lunes, 9 de enero de 2017

Reflexionando

Se apagaron las luces.



Llega el momento de guardar los adornos de Navidad hasta el próximo diciembre.



Mientras guardo todas las cosas con sumo cuidado, pienso que añoraré los días de vacaciones, las imágenes de paisajes nevados, los montones de buenos deseos, las risas de turrón y polvorones, a mis sobrinos... que no los puedo achuchar con mucha frecuencia...






Y no es que quiera que la Navidad dure todo los días del año, no vaya a ser que me ocurra como a la protagonista de un cuento, cuyo nombre y autor no recuerdo...







Pero voy a tener en cuenta este poema de Gloria Fuertes que me hace pensar y reflexionar cada vez que lo leo, y que voy a tratar de poner en práctica todos los días del año:


Gloria al Crío
Nace pobre y es el amo.
¡Gloria al Crío!
Nace pobre y es muy rico.
¡Gloria al Crío!
Es rubio como sus trigos.
¡Gloria al Crío!
Dice que quieras a tu vecino.
¡Gloria al Crío!
Y que ames al enemigo.
¡Gloria al Crío!
-“¡Amaros, amaros!”
Si hiciéramos lo que dijo
el Niño que es de Dios Hijo,
tan solo, en un segundo,
no más guerras en el mundo.
-“¡Amaros, amaros!”.
Se evitará el cataclismo:
“Ama al prójimo como a ti
mismo”
¡Gloria al Crío!

Gloria Fuertes

2 comentarios:

  1. Sí, Maite.
    Es así. Es un poema maravilloso.

    Un beso grande no, ¡grandísimo!
    Y otro para Gloria Fuertes.

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  2. Gracias, Rosa. Sí, es un poema bonito.
    Otro grandísimo beso para ti.
    BESOS

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