miércoles, 8 de noviembre de 2023

El tiempo, Ay, el tiempo...

 

Desde finales de septiembre, he observado que en todos los supermercados, grandes almacenes, bazares están presentes productos relacionados con la navidad. 


Estamos en noviembre y yo aún estoy dando coletazos con el verano. Siento que el tiempo y yo no vamos en sintonía. Y mi espíritu navideño está perdido en no sé que caja olvidada del desván. Me parece que estoy sumida en un gran anacronismo.


Lo único que  me apetece es disfrutar de este incipiente otoño; aunque, las prisas, la vorágine, la situación  del mundo no son un reclamo para el disfrute.


Y ante este futuro incierto, me refugio entre versos, apacibles lecturas  y pequeños paseos otoñales que aquietan un poco mi sentir




E=MC²


Einstein nos regaló un misterio
envuelto en una fórmula divina.
Lo estudié, ay, lo estudié
en mi clase de física,
Y cómo me ensanchó la mente,
que apenas lo intuía.

Pero hoy lo sé
de otra manera más sencilla,
igual que siento el vértigo
de las estrellas frías.

Pero hoy lo sé, ay, lo sé,
mientras la vida vuela
por dentro de mí misma.

Ángeles Mora (Soñar con bicicletas)


miércoles, 25 de octubre de 2023

Al son del viento






 El viento y las hojas secas de los árboles forman una inigualable pareja de baile en las calles de la ciudad. 


El viento ágil de una tarde de otoño marca los pasos de las delicadas hojas que danzan y danzan hasta que, suave y lentamente, descienden alfombrando las aceras.


 Sonrío, sentada en un banco después de la tremolina que se ha formado. Disfruto del otoño que, por fin, ha llegado. Y pienso...


 me gustaría ser árbol o ser hoja, desapegarme de algunas cosas, dejar ir aquellos pensamientos que duelen o situaciones del pasado que ya no me corresponden... volar alto, alto al son del viento...


Octubre ya se está yendo, y apenas me he dado cuenta de su presencia.
Intentaré estos días aprovechar su especial encanto. Dicen que el otoño es la estación del alma, momento de mirar para dentro y volver a renacer con el nuevo año.



Ay, árbol del vivir,
árbol de la ilusión y de los desengaños,
de las revelaciones.
Cuando te agita el viento de la edad,
las hojas secas se caen.
Pero en la rama aún verde de la infancia
-la que está más arriba, la que en la luz se mueve-
canta el jilguero.

 La rama verde (Eloy Sánchez Rosillo)



  






martes, 19 de septiembre de 2023

RETAZOS DE MI PUEBLO (2)

 

Me encanta pasear por las calles de mi pueblo; en septiembre  parece que la soledad se cierne sobre ellas, como mi paso pausado y silencioso, aunque, aún puedo escuchar el bullicio y la algarabía de los meses de verano cuando las gentes afluyen por doquier y el pueblo baila al son de la charanga  "Los sociables" y de las jotas manchegas.


 Al llegar a la plaza rememoro los pasados días de verano y recuerdo con cariño los momentos vividos y disfrutados. Con gratitud, pienso en todos los actos a los que he asistido y a los muchos más que he faltado. 


En el Museo de Arte Contemporáneo se inauguró la exposición de fotografía de Patricia Allende, hermana de la fallecida Ouka Leele: ‘𝐕𝐞𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐣𝐚𝐦á𝐬 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨’. Un magnífico derroche de imaginación, naturalez y sueños. Imperdible



En "La Casa de Rueda" se expone la obra de Manuel Lucas, conocido por su mote "El pirulo". Un infanteño totalmente autodidacta que sin saber leer ni escribir dedicó gran parte de su vida a la pintura. Gran amigo de mi padre, nos ha contado una y mil aventuras vividas cuando ambos trabajaban en la fabrica de harinas, y el "hermano pirulo" aprovechaba cualquier rincón de las paredes para recrear sus pinturas... 


Espectacular ha quedado el interior de los Silos. Realizado por el proyecto Titanes. Este singular edificio está colaborado con la Asociación Okuda y ADIN (Asociación de Amigos de la Discapacidad intelectual de Infantes)

También hubo cabida para la presentación de varios libros escritos por autores relacionados con el Campo de Montiel. Mi amiga y compañera de la Orden, Presen Pérez presentó su último poemario " Perfiles, reflexiones y miradas". Conmovedor poemario en el que recuerda su labor profesional como educadora de niños con discapacidad. 


Y por último para esta entrada, os cuento que asistí a una original representación teatral sobre las figuras femeninas del universo lorquiano. Debo reconocer que me sorprendió gratamente y disfruté de la original puesta en escena. Todos los actores son amateurs y todos estuvieron magistrales.



Estar ahí con la luz en la mirada
era algo  más que trabajo,
era llegar al corazón del hombre,
era sentir que aún queda esperanza,
era llegar a cuerpos derrotados,
era verter afecto como un don,
era cuidar su desaliño interno,
era recomponer pedazos rotos
de su autoestima,
era darse y no sé
si fui capaz de hacerlo
pero bien sabe Dios que lo intenté.

Presentación Pérez González

lunes, 11 de septiembre de 2023

RETAZOS DE MI PUEBLO (1)


 He dejado aparcada mi bicicleta de color azul en el pueblo hasta la vuelta, que intuyo será pronto. Pero los recuerdos del verano van y vienen mientras los quehaceres cotidianos y la rutina regresan de nuevo.


 Hace "muchooooooo" tiempo que no pasaba los dos meses de verano en el pueblo. Me ha sorprendido la cantidad y variada oferta cultural  que hemos disfrutado los infanteños.  En esta entrada, sólo me referiré a aquellas en las que he tenido el honor de participar.


Han abierto una cafetería-librería "Buena letra". Para mí, un lugar maravilloso, tranquilo, y con la buena compañía de buenas lecturas.
 

Buenos ratos he pasado en este rincón, hojeando libros, degustando deliciosos dulces y e incluso algún vinito, eso sí, los vinos son todos de la comarca del "Campo de Montiel".


Unos días antes de la fiestas, la Asociación de folklore Cruz de Santiago organiza una "ruta de patios", se intenta dar a conocer patios típicos manchegos que normalmente no se pueden visitar. En cada patio, la rondalla suele cantar canciones típicas de mi pueblo, después de la lectura de un fragmento de "El Quijote".

 
 Aprovechando que el patio de la casa de mis abuelos está arreglada, leí el comienzo del capítulo II de la segunda parte del gran libro de D. Miguel de Cervantes.


El último viernes del mes de agosto, celebramos la XLI Edición del Certamen Poético Internacional de la Orden Literaria Francisco de Quevedo de la que formo parte. En esta ocasión, tuve que presentar a la Mantenedora del Certamen que este año ha sido la escritora Natividad Cepeda Serrano.

Esta es la tierra de gente dura, los que se callan
sin queja alguna. Los que parecen dolmen
de piedra cuando el cansancio merma las fuerzas.
Esta es la tierra de los juglares sin más fortuna
que su salario, exiguo a veces, esos que hablan
de ese silencio que deja el viento sobre los sueños
que se murieron, y no se marchan de las aldeas,
de las ciudades ni de los pueblos.
Yo soy la greda que absorbe esta injusticia
llena de fango, obscena y ruin.
Épico canto para mi tierra.
Para esa gente que crea riqueza
y que subsiste sin más hazaña que su trabajo.
Por todos ellos yo soy altiva como las vides
de mi heredad. Por todos ellos yo soy almendro
libre y rebelde como los trigos que en julio mueren
y se hacen pan. Esta es la tierra que paga impuestos
y sostiene la sinrazón de la calumnia en esta estigia
que va dejando vacíos los pueblos de vida nueva.
La que soporta robos y abusos; la que no aprende
a protestar es olvidada y nadie sale a defenderla…
Esta mi tierra labrada y bella tendida al sol.
Natividad Cepeda
Del poemario "Abrazando el paisaje"




lunes, 7 de agosto de 2023

Vacaciones

 

 

El tiempo no se detiene, agosto transcurre plácidamente con sus días de fiesta y de descanso. 


 Disfruto de los momentos apacibles que me regala, de vez en cuando, algún día. Aunque el calor me deja exhausta y me refugio entre las páginas de un libro.


Me gustaría imaginarme sentada a la orilla de algún lago, qué quietud.



"...El lago pensativo al fondo del paisaje 

Me vuelve a hablar de tu serenidad.

Los caminos que seguiste, hoy me señalan el mío, 

Aunque jamás sabrás que te llevo conmigo..."

 

Marguerite Yourcenar




viernes, 30 de junio de 2023

Las virtudes del huerto


 El caluroso y bochornoso verano ha llegado de  lleno por estas tierras, el mundo sigue tan revuelto o más que en invierno. Tengo muchas tareas que atender y apenas me queda tiempo para asomarme a esta ventanita. Creedme, lo echo mucho de menos.


Hace poco, he leído que no es imprescindible tener un jardín para sentir la felicidad que procura el contacto con las plantas y la tierra. El disponer de la pequeña oportunidad de atender siquiera a una pequeña planta en un rinconcito de nuestra casa, nos otorga la posibilidad de cuidar de un un trocito de este mundo. 


Lo cierto es que cada vez me enamora más el contacto con la naturaleza, contemplar, observar, y trabajar la tierra... y la mente.  Mente y tierra.


Los extremos rigores del clima también hace mella en el jardín, en el huerto y en mí. 


Me refugiaré en el pequeño jardín del pueblo del extremo calor, y si no, me cobijaré en las refrescantes lecturas de verano.


 "Regar por primera vez una planta que acabamos de mudar a su nuevo domicilio es siempre emocionante... Dejar caer una lluvia fina por la boca perforada de la regadera es como poner en marcha una nueva vida: es invitar a las hojas a que dispongan en el ángulo correcto respecto del sol... Las raíces pueden ya desentumecerse, dejar de girar en redondo como hacían antes, oprimidas por las paredes del tiesto. Son por fin libres de estirarse hacia donde quieran, se crecer alegremente con vistas a una meta"

Las virtudes del huerto. (Cultivar la tierra es cultivar la felicidad)
Pia Pera

Feliz verano

martes, 30 de mayo de 2023

Catastro

 



"Nunca llueve a gusto de todos" reza un dicho muy conocido por estos lares.


Y la lluvia de estos días ha "aguado" muchos acontecimientos que suelen celebrarse en el mes de mayo. 


  Lo más importante, es saber disfrutar cada momento a pesar de las inclemencias del tiempo.


La vida es efímera, como los pétalos de la amapola. Una flor que tiñe de rojo  los campos en primavera. 



Sutil, delicada y silvestre... a veces, con mala prensa. Personalmente, me gusta esta flor por su sencillez, por su fragilidad y por la belleza inusitada de los campos florecidos en mayo.



Donde amapola, di ababol, y, si se puede, cardo. Y al vino, 

vino. Donde collado, altozano o alcor, otero,

escribe llanamente cerro, alto o cuesta, loma. No digas

lo que nunca se dijo, lo que no se dice

en tu pueblo. Más vale mayo frío, la paja
poca y el trigo mucho. No impongas a la tarde
la añoranza si es falsa o aprendida, anota
simplemente el silbido del viento
en los linares. No recuerdes la muerte aunque
te tenga, piensa que de tanta mies se emboza
el peine cada día, que eres este momento. Y al vino,
vino, sólo la miga, el tuétano. Tampoco
hables más de la infancia para embaucar al olvido, precisa
simplemente la orfandad del muérdago
en el hayedo. Más vale mayo frío. Si tempero,
arraigas; si membrillo, aromas; si cierzo, tiritas. Di
berro, ortiga, di bálago, acebal. No niegues la palabra
amor, tampoco entrega, ni prodigio, ni tú. Ahora
bien, antes de escribirlas, hazlas.

Fermín Herrero


¡Seguimos transitando!

Gracias por TODO

sábado, 22 de abril de 2023

"Abril... lluvias mil"

 

Abril es conocido como uno de los meses más lluviosos del año, la sabiduría popular así lo transmite.


Estamos teniendo un exceso de "buen tiempo"; suelo dejarme llevar por la costumbre de calificar "mal tiempo" cuando el frío, el viento, la lluvia, los días grises en invierno o en cualquier estación del año acaecen.


 Y considero "un tiempo espléndido" cuando el día es soleado, templado, cuando el cielo azul es casi transparente, hace calor y disfruto de los  eventos  sin tener que pensar en las condiciones meteorológicas adversas.


Si medito en la falta de lluvia y en todas las consecuencias que ello trae consigo, afirmaré rotundamente que este mes de abril, y desde hace bastantes meses, estamos tiendo un "mal tiempo", un tiempo muy adverso...

 Y hoy, día internacional de la Madre Tierra, la lluvia ha asomado tímida y pausadamente, casi desapercibida, como no queriendo molestar.


 Y yo la sigo invitando a que aparezca con todo  su esplendor primaveral para que alivie la sed de la Madre Tierra... ¡Qué llueva, qué llueva...!




Casa en el árbol

En la copa de un árbol construiré nuestra casa,
con tablones y clavos e ilusión y un martillo
alzaré entre las ramas suelos, techos, paredes,
cuartos en espiral, secretos pasadizos
donde obra el azar el don de los encuentros
y de pronto amanece si me miras al fondo
por donde el viento corre a refugiarse,
madera en la madera, crujen las estaciones,
pasan a visitarnos los amigos,
huele a café, huele al árbol en que nos acogemos,
al rumor de las hojas, a la tierra
donde brota su impulso, su sed de los espacios,
se siente allí el verdor de las promesas,
casa y árbol fundidos, una sola criatura,
se es feliz de algún modo impreciso y vital,
con los años al árbol le van creciendo ramas,
gana cuerpo, se inclina hacia las nubes
y de pronto la casa ha ascendido unos metros
y hasta el aire es más puro, más ancho el horizonte,
las estrellas fugaces proliferan, ahora
vigila la espesura, hay luz en la ventana,
a cubierto de todo, suspendida,
luz de hogar en la noche, resplandor,
y una escala de cuerda entre las ramas,
si subes por la escala no hay retorno,
en la cima del viento hallarás nuestra casa.

Eduardo García (La lluvia en el desierto)