lunes, 8 de agosto de 2022

Un jardín en una silla


 El verano campa a sus anchas por estos lares, el calor se adueña de todo y apenas nos permite un ligero alivio...


Cuando era pequeña, en mi pueblo era costumbre sacar una silla a la puerta de la calle y sentarse al anochecer a "tomar el fresco"; las vecinas conversaban, y los chiquillos jugábamos y correteábamos por el barrio.     


Eso sí, a las doce de la noche, el barullo y el bullicio se silenciaba porque los hombres del campo dormían para madrugar al día siguiente...

Con este calor manchego, no se puede salir a la calle ni al anochecer...  espero que pronto refresque, y deseo que estéis pasando un feliz verano.


"...Y lluvia, cuando la lluvia es necesaria,

Y que sus casas tengan
Al pie de una ventana abierta
Una silla predilecta
Donde se sienten leyendo mis versos.
Y al leerlos piensen
Que soy cualquier cosa natural—
Por ejemplo, el árbol antiguo
A la sombra del cual cuando niños,
Se sentaban con un sofoco, cansados de jugar,
Y limpiaban el sudor de la cabeza caliente
Con la manga del mandil rayado.

Fragmento O Guardador de Rebanhos, Fernando Pessoa