Al comenzar el verano, preparé unos cuantos libros para leer pensando que tendría todo el tiempo del mundo para la lectura.
Este verano no ha habido mar azul ni playa, ni tiempo para leer lo que me hubiera gustado. Eso sí, la lista de libros ha aumentado considerablemente y he podido admirar mi mar de tierras bermejas con oleaje de verdes viñedos y olivares.
Sólo he leído poesía, este verano me han regalado unos cuantos poemarios. Y uno de ellos ha sido muy especial porque tenía ganas de tener un libro de Juan Alcaide entre mis manos.
FOTOGRAFÍA
"Donde habite el olvido,
allí estará mi tumba". Bécquer
ESE soy yo. Frenaros la extrañeza
de encontraros mi imagen tan a mano.
Perdonadle al alcaide el gesto humano
de exhibir su postrera fortaleza.
Los ojos, de distancia y de tristeza.
La boca, en la mitad de su verano.
Como un humilde casco barojiano,
mi bisoñé de paño, en la cabeza.
Pájaro de carmín por mi solapa,
Santiago, abierto en cruz, como en un nido,
cosiéndome a los astros con su grapa.
Lívida luz de ayer. Voces sin ruido.
Y este terrible adiós que se me escapa
desde no sé qué cimas del olvido.
Juan Alcaide
La quijanía manchega luce incomparable cualquier época del año... tardaré en volver.