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lunes, 21 de julio de 2025

Luna llena o 蝉 (せみ - semi)

 


El tórrido calor manchego me ha dado una tregua estos días,  así que he disfrutado de la lectura a la sombra de la higuera y de la parra del patio durante estas últimas tardes del verano.


Quedan unos cuantos días para la luna nueva de julio, es cierto; y la siguiente "luna llena" ya será en agosto, pero así se titula el libro que acabo de leer.


 
Gracias al comentario de nuestro amigo Juan Carlos descubrí a Aki Shimazaki, y aunque me tengo prometido no comprar más libros hasta que mi lista de pendientes disminuya, no pude resistir comprar en la librería de mi pueblo "Luna LLena".


Casualmente, el tema que aborda esta pequeña novela es la vejez, el amor, el tiempo, la falta de memoria, la música... ¡vaya, que coincidencia con mi última lectura, "Las gratitudes"! 


Me ha gustado mucho; hay un elemento que la autora utiliza como metáfora y que me ha llamado poderosamente la atención, se trata de la cigarra; además, así se titula la novela en francés, lengua en la que escribe la autora.  

"Sémi es una cigarra en japonés… Debes saber que las cigarras viven más del 98% de su vida bajo tierra antes de vivir un solo mes al aire libre."  


"Algunas personas creen que el alma, al morir, abandona el cuerpo y parte a otro mundo donde uno no tiene preocupación alguna. Si eso fuera cierto, morir no estaría tan mal. Imagino a una cigarra saliendo de su caparazón tras la muda. La vida de esos insectos al aire libre no dura más que un mes. ¿Es para ellos el paraíso o bien un lugar de tránsito?"

Luna llena de Aki Shimazaki



lunes, 23 de septiembre de 2024

Las virtudes del huerto II

 


Dice Pia Pera en su libro "Las virtudes del huerto": cultivar la tierra es cultivar la felicidad. Mente y tierra son cosas vivas que hemos de trabajar de manera análoga, siguen ritmos similares, y por eso tiene sentido decir, refiriéndonos a la mente, que "arrancamos", por ejemplo malos pensamientos, etc. A semejanza de la tierra, tampoco la mente se "cultiva" de una vez para siempre, hay que trabajar en ella todos los días, hacer lo necesario para mantenerla dúctil, bien nutrida y a su vez nutriente, fértil, generosa y en buena salud.


He vuelto a releer este pequeño libro a modo de manual para vivenciar  mi relación existencial con el pequeño huerto familiar. Desde la siembra, allá por mayo, hasta estos últimos días en que algunas plantas empiezan a agostarse y otras intentan sobrevivir con los últimos rayos veraniegos.  


Cada vez que comienza el cultivo de temporada (sólo en verano) la naturaleza nos ofrece pequeñas lecciones para aprender, rectificar... el año pasado se nos dio fatal el cultivo de pepinos, este año la cosecha ha sido fructífera. Sin embargo, el exceso de calor en agosto ha resultado fatal para el típico pimiento cascudo infanteño. 


 
Ahora que ya va acabando la temporada y comienza el otoño, sólo agradezco los frutos cosechados, dejaremos dormitar el terreno para que descanse porque han sido unos meses muy productivos. 



Ahora toca el periodo de conserva y cosechar los frutos del otoño...



Dulce estación de nieblas y abundancia,
íntima del sol que madura todo,
que, tramando con él, bendices dando
sus frutos a la vid junto al alero;
que los árboles vences con manzanas
y llenas en sazón todos los frutos,
que hinchas la calabaza, y la avellana
en su cáscara; que abres más y más
las flores últimas a las abejas
que creen que el buen tiempo no termina
pues Verano
colmó sus lentas celdas.

John Keats (Oda al otoño, fragmento)



¡Feliz inicio del otoño!

martes, 19 de septiembre de 2023

RETAZOS DE MI PUEBLO (2)

 

Me encanta pasear por las calles de mi pueblo; en septiembre  parece que la soledad se cierne sobre ellas, como mi paso pausado y silencioso, aunque, aún puedo escuchar el bullicio y la algarabía de los meses de verano cuando las gentes afluyen por doquier y el pueblo baila al son de la charanga  "Los sociables" y de las jotas manchegas.


 Al llegar a la plaza rememoro los pasados días de verano y recuerdo con cariño los momentos vividos y disfrutados. Con gratitud, pienso en todos los actos a los que he asistido y a los muchos más que he faltado. 


En el Museo de Arte Contemporáneo se inauguró la exposición de fotografía de Patricia Allende, hermana de la fallecida Ouka Leele: ‘𝐕𝐞𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐣𝐚𝐦á𝐬 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨’. Un magnífico derroche de imaginación, naturalez y sueños. Imperdible



En "La Casa de Rueda" se expone la obra de Manuel Lucas, conocido por su mote "El pirulo". Un infanteño totalmente autodidacta que sin saber leer ni escribir dedicó gran parte de su vida a la pintura. Gran amigo de mi padre, nos ha contado una y mil aventuras vividas cuando ambos trabajaban en la fabrica de harinas, y el "hermano pirulo" aprovechaba cualquier rincón de las paredes para recrear sus pinturas... 


Espectacular ha quedado el interior de los Silos. Realizado por el proyecto Titanes. Este singular edificio está colaborado con la Asociación Okuda y ADIN (Asociación de Amigos de la Discapacidad intelectual de Infantes)

También hubo cabida para la presentación de varios libros escritos por autores relacionados con el Campo de Montiel. Mi amiga y compañera de la Orden, Presen Pérez presentó su último poemario " Perfiles, reflexiones y miradas". Conmovedor poemario en el que recuerda su labor profesional como educadora de niños con discapacidad. 


Y por último para esta entrada, os cuento que asistí a una original representación teatral sobre las figuras femeninas del universo lorquiano. Debo reconocer que me sorprendió gratamente y disfruté de la original puesta en escena. Todos los actores son amateurs y todos estuvieron magistrales.



Estar ahí con la luz en la mirada
era algo  más que trabajo,
era llegar al corazón del hombre,
era sentir que aún queda esperanza,
era llegar a cuerpos derrotados,
era verter afecto como un don,
era cuidar su desaliño interno,
era recomponer pedazos rotos
de su autoestima,
era darse y no sé
si fui capaz de hacerlo
pero bien sabe Dios que lo intenté.

Presentación Pérez González

lunes, 11 de septiembre de 2023

RETAZOS DE MI PUEBLO (1)


 He dejado aparcada mi bicicleta de color azul en el pueblo hasta la vuelta, que intuyo será pronto. Pero los recuerdos del verano van y vienen mientras los quehaceres cotidianos y la rutina regresan de nuevo.


 Hace "muchooooooo" tiempo que no pasaba los dos meses de verano en el pueblo. Me ha sorprendido la cantidad y variada oferta cultural  que hemos disfrutado los infanteños.  En esta entrada, sólo me referiré a aquellas en las que he tenido el honor de participar.


Han abierto una cafetería-librería "Buena letra". Para mí, un lugar maravilloso, tranquilo, y con la buena compañía de buenas lecturas.
 

Buenos ratos he pasado en este rincón, hojeando libros, degustando deliciosos dulces y e incluso algún vinito, eso sí, los vinos son todos de la comarca del "Campo de Montiel".


Unos días antes de la fiestas, la Asociación de folklore Cruz de Santiago organiza una "ruta de patios", se intenta dar a conocer patios típicos manchegos que normalmente no se pueden visitar. En cada patio, la rondalla suele cantar canciones típicas de mi pueblo, después de la lectura de un fragmento de "El Quijote".

 
 Aprovechando que el patio de la casa de mis abuelos está arreglada, leí el comienzo del capítulo II de la segunda parte del gran libro de D. Miguel de Cervantes.


El último viernes del mes de agosto, celebramos la XLI Edición del Certamen Poético Internacional de la Orden Literaria Francisco de Quevedo de la que formo parte. En esta ocasión, tuve que presentar a la Mantenedora del Certamen que este año ha sido la escritora Natividad Cepeda Serrano.

Esta es la tierra de gente dura, los que se callan
sin queja alguna. Los que parecen dolmen
de piedra cuando el cansancio merma las fuerzas.
Esta es la tierra de los juglares sin más fortuna
que su salario, exiguo a veces, esos que hablan
de ese silencio que deja el viento sobre los sueños
que se murieron, y no se marchan de las aldeas,
de las ciudades ni de los pueblos.
Yo soy la greda que absorbe esta injusticia
llena de fango, obscena y ruin.
Épico canto para mi tierra.
Para esa gente que crea riqueza
y que subsiste sin más hazaña que su trabajo.
Por todos ellos yo soy altiva como las vides
de mi heredad. Por todos ellos yo soy almendro
libre y rebelde como los trigos que en julio mueren
y se hacen pan. Esta es la tierra que paga impuestos
y sostiene la sinrazón de la calumnia en esta estigia
que va dejando vacíos los pueblos de vida nueva.
La que soporta robos y abusos; la que no aprende
a protestar es olvidada y nadie sale a defenderla…
Esta mi tierra labrada y bella tendida al sol.
Natividad Cepeda
Del poemario "Abrazando el paisaje"




lunes, 2 de enero de 2023

Ahora que estoy tan cerca de...

 


... quiero agradecer a nuestro querido amigo Juan la entrada que me dedicó en su maravilloso blog.

 (Miguel Navarro)


"A los hijos de la MANCHA, mis hermanos, y a ella,
la de la extensa llanura, donde mi ciudad florece como
una rosa de luz.
Con su corazón, 
                               EL POETA"


 "Yo soy de la llanada. Tengo el alma
silenciosa y sencilla cual mis campos:
su quieta soledad fermenta el vino
del nostálgico verso en que me embriago.


Nací en la tierra labradora y noble
donde Cervantes recobró su brazo,
con el que dijo a Don Quijote: "Vuela!",
y "Sé cual lastre de tu dueño", a Sancho...


"Yo quiero darte un beso que te ponga
de otro color la piel donde lo impacte.
Que sigas siendo tú, belleza eterna.
Tú... y ese impacto: Juan Alcaide" 


Poesía Completa de Juan Alcaide 



¡Muchas Gracias, Juan!

Te dejo este vídeo.

¡¡Feliz Año para TODOS!!

lunes, 14 de marzo de 2022

De mi pueblo


Vengo de mi pueblo, con el ánimo reposado y en calma, es lo que tiene "retirarse en la paz de estos desiertos", como declama el verso de Don Francisco de Quevedo. Sí, estoy muy preocupada y decepcionada por la situación del mundo... 



La incipiente primavera va arropando las ramas desnudas de los membrilleros.  ¡Qué bien le ha sentado las últimas lluvias al campo! La tierra ha recobrado su tono rojizo intenso. 


Siempre tengo un grato recuerdo de nuestro amigo y gran poeta Juan L. Trujillo, es una suerte leer sus extraordinarios poemas. Cuando voy al pueblo, mi recuerdo se acentúa mucho más. Él, como nadie, supo versar sobre los sentimientos que esta tierra manchega me hace sentir:


La tierra

Quiero hoy recordar
la tierra que pisaba.
Aquella donde mis padres
dejaron impresa sus huellas
y que el tiempo borró
con inusitada destemplanza.

La germiné con mi llanto,
alumbrando cosechas
que dejé de recoger
agobiado por la ausencia.

Un vino áspero de pena
me hace daño en la garganta
cuando trasiego los recuerdos,
y se hace visible el viejo desamparo
de unos sueños, que como los sarmientos,
ardieron prontamente
con chisporroteos de palabras
y cenizas de silencio.

Esta cosecha que ahora recolecto,
regada por el salitre y la espuma,
también nace huera y frustrada,
pero al menos me regala un vino,
de racimos de dorados y azules,
para una "jarrilla" que alumbre
la poca esperanza que me queda




Ahíta de historia

Piedra, blasón y sueños,

Infantes vive.

 Juan L. Trujillo


MUCHÍSIMAS GRACIAS, JUAN

lunes, 11 de octubre de 2021

Higuera e higos

 


La cabecera del blog de María  Junto a una taza de té   me ha recordado que en la nevera aún conservo los higos que hemos recogido este verano.


Tenemos dos higueras, que además de  sombra, este año han dado unos higos exquisitos. Una da  higos verdes y la otra, morados. Están riquísimos.


 Esta temporada ha sido la primera que hemos recolectado los frutos, y espero que no sea la última.



Parece que se trata de un fruto muy beneficioso para la salud, y que proporciona mucha energía para afrontar el día, así que, desde hace unos días, incluyo en mis desayunos un par de higos:



Y a parte de la deliciosa mermelada de higos, he tenido que buscar otras elaboraciones culinarias para aprovechar la cosecha.


 
  Y me he encontrado recetas deliciosas que nunca hubiera pensado, como la ensalada de higos.



Invitaba la tarde a llegar al lugar

donde comíamos los sazonados higos

(el sol en nuestras manos), y aparecía el fruto

reluciente y jugoso en labios entreabiertos,

a la espera del último bocado.


Hasta nosotros el sonido del agua,

regateando lenta.


Tendidos bajo el árbol, mirábamos el cielo

sin ansia, sin premura,

con los sueños de la vida inicial.


Ahora ya no sé si existen el huerto y la higuera;

solo guardo recuerdos de la vida de entonces.

(Sueños de la vida inicial.  Dionisia García)