"El teléfono
era para ella un aparato de vital
importancia, casi un miembro más de la
familia. Tenía en casa cuatro
receptores, de distintos modelos, sin contar con el clandestino.
Ese teléfono del cuarto, más manejable y
de color crema, era de los llamados, por su forma, “de góndola”, que recordaba sólo por su curvatura
a las embarcaciones venecianas y
que Olga encontraba muy apropiado para
la intimidad. Muy diferente del que había en la salita, de baquelita negro,
solemne, casi fúnebre, y con diferencia el más utilizado de los cuatro.
Con respecto al teléfono secreto, no
pesaba sobre su conciencia porque no había sido idea suya. Se trataba de una
antigualla de pared que no servía para llamar porque no tenía disco giratorio,
sólo uno fijo, sin numeración.
Lo lógico habría sido que no sirviera
para nada, por eso Olga se sorprendió al comprobar que tenía línea y que su
aspecto era aceptable.
Le ordenó al operario que lo dejara donde
estaba y se dispuso a investigar por su cuenta el misterio.
Después de varios días de pesquisas, descubrió que el aparato no
sonaba porque
alguien le había extirpado las campanas hacía mucho y que la línea a la
que estaba conectado no era suya, sino una extensión de la del local de la planta baja."
Media Vida, Care Santos (Premio Nadal 2017)
He "devorado" la novela en un par de días. Me ha gustado y la recomiendo. Una historia coral en la que cinco mujeres van desgranando su personalidad en la época de la transición. Una novela que habla de libertades y sobre todo, del perdón.