sábado, 24 de febrero de 2024

La memoria en las manos

 

Esta mañana he leído un largo poema cuyos primeros versos aún me runrunean y me han hecho pensar que ciertamente nuestras manos tienen memoria.


Mi madre siempre me dice que las manos son la carta de presentación de una persona. Si te fijas en ellas, te cuentan muchas cosas sobre quien te las presenta.

Textura, forma, suavidad o aspereza, dureza, temperatura, dolor son percibidos por el sentido del tacto y nuestras manos tienen  parte esencial de estas percepciones.


Las manos sostienen, agarran, manipulan, sujetan, acarician, sienten... las manos son capaces de realizar labores muy pesadas, y que requieren mucha fuerza, y también pueden hacer actividades que necesitan precisión, detalle, delicadeza... 


En la memoria de las manos quedan grabadas las suaves caricias dadas, la armoniosa musicalidad de las notas pulsadas a las teclas de un piano, la minuciosidad exacta para realizar las creativas manualidades, e incluso el instante maravilloso de la preparación de un delicioso té.



  ¿Y qué decir de las manos que siempre están dispuestas a dar?


Hoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.

Pedro Salinas


El poema me ha sugerido otras cosas, pero lo dejo para otra entrada.

¡Feliz fin de semana!