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martes, 1 de abril de 2025

TRAZADOS...

 





Iniciamos nuevo mes, con la primavera en ciernes, volvemos a renacer. Y después de una breve pausa obligada por las circustancias de la vida, regreso a mi rincón favorito.



Lo hago de la mano de nuestra querida amiga Ginebra, y de su reto literario mensual, en esta ocasión el tema es TRAZOS y viene acompañado de los dibujos de David, O´Connor. Esta es mi aporte:



David O´Connor 


Hoy el cielo está límpido, no hay ni una sola nube que cubra algún espacio de su color azul que se expande hasta el horizonte.

 
En mi paseo matutino de un sábado cualquiera me doy cuenta que todo está hecho de trazos:
 
los rectilíneos edificios que acotan este cielo brillante sin nubes,
 
los garabatos de las ramas de los árboles que se alzan hacia el firmamento intentando tocarlo con sus menudas puntas
 
un trazo circular que de desdibuja y deslumbra si lo quieres mirar… allá en lo alto.
 
Parece que en el exterior todo está trazado.
 
Pienso en los trazos de nuestro interior, esa maraña desconcertante de neuronas que perfectamente conectadas dan vida al ser humano. Una máquina divinamente trazada; trazos rectos, curvos, oblicuos, verticales, horizontales, rayas finas, gruesas, quebradas… somos un dibujo perfecto. Hemos sido trazados desde el principio hasta que una de esa maraña de células decide desconectarse, una de otra, primero y así, entonces los demás trazos empiezan a difuminarse, se esfuman, se borran…desaparecen.

 Dicen que así es la vida, somos trazos destinados a esfumarse… mientras  tanto no olvidemos de trazar en nuestro rostro, en nuestra alma, al menos una sonrisa.
 
De nuevo, el cielo azul brilla.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Serendipia: “Trazos”)

lunes, 17 de marzo de 2025

Antes de que se enfríe el café


 De vez en cuando, más bien, una vez en semana, me permito tomar un café, un café con leche; el café solo dejé de tomarlo hace más de veinte años. Ahora me seducen las mezclas de tés aromatizadas o "blend". Pero he de reconocer que el aroma de un buen café recién hecho es una auténtica maravilla, su olor es muy  peculiar e inconfundible; me encanta.


 Solemos quedar a tomar café mi amiga Ana y yo en una cafetería muy coqueta cerquita del barrio; el camarero ya nos conoce y  suele prepararnos la infusión de café tal y como nos gusta. Curiosamente a Ana le gusta el café con la leche fría y a mí con la leche muy, muy caliente.


Lo cierto es que tengo que tomarme el café antes de que se enfríe, quizás sea una manía, pero es así como saboreo mejor el café... 


  Curiosamente, estoy leyendo un libro que trata sobre una cafetería muy especial, no sólo por su excelente café sino también, porque puedes regresar al pasado si eliges bien la silla donde sentarte, aunque hay una serie de reglas que se deben cumplir, y se puede volver cuando el café se enfríe y haga lo que se haga, el presente no cambiará.


  "No dejes nada para después.

Después, el café se enfría.

Después, pierdes interés.

Después, el día se convierte en noche.

Más tarde, la gente crece.

Más tarde, la gente envejece.

Después, la vida pasa.

Después, te arrepientes de no haber hecho algo...

Cuando tuviste la oportunidad"


"La vida es una danza fugaz, un delicado equilibrio de momentos que se desarrollan ante nosotros, para nunca volver de la misma manera otra vez... Así que, no dejemos nada para después. Aprovechemos los momentos como vienen, con el corazón abierto y los brazos extendidos para abrazar las posibilidades que nos esperan. Porque al final, no son las cosas que hicimos lo que lamentamos, sino las cosas que dejamos sin hacer, las palabras sin decir, los sueños sin cumplir".

Antes de que se enfríe el café. Toshikazu Kawaguchi


Aún no he terminado la lectura, me costó un poco el primer relato, pero ahora estoy embebida  plenamente en el libro.

¡Feliz semana!

lunes, 24 de febrero de 2025

De tiendas y libros...


El viernes por la tarde, por fin, pude dar un largo paseo y llegar hasta una de mis librerías preferidas. No es  la librería de la imagen, que más quisiera yo que ir de visita a Edimburgo (Escocia es uno de los lugares que me encantaría visitar) a tomar un café mientras hojeo un libro. Aunque no es necesario irse tan lejos para disfrutar de un té o café y de una buena lectura.

Están de moda las librerías que combinan espacios con estanterías llenas de libros y mesas pequeñitas para tomar algo, o simplemente sentarte a leer. 

Suelo curiosear las novedades literarias cada vez que voy a la librería, y si me llama la atención algún libro, le hago una foto para luego en casa, con calma y tranquilamente, leer alguna reseña por si encuentro  que merece la pena leerlo.


Tengo que estar atenta y andar con mucha cautela a las cubiertas y los títulos de los libros, algunos me atrapan irremediablemente y he de ser muy cuidadosa porque tengo una ristra de libros pendientes de leer. Me llamaron la atención la cantidad de títulos que contienen la palabra tienda o librería...


Algunos vienen de muy lejos: Japón, Corea 



E incluso de Nueva Zelanda:


Tengo bastante que investigar sobre estas novedades literarias. Seguro que alguno de esos libros estarán en la biblioteca con el tiempo, ya los he anotado en mi libreta de libros por leer... 


Mientras tanto, voy a dar prioridad a los libros que ya tengo en casa.


A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda...

Pasé frente a la rueda del molino,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).

Nicanor Parra (Fragmentos del poema Hay un día feliz)*

lunes, 11 de diciembre de 2023

Caja de galletas

 



En esta época del año, mi cocina suele oler a canela, clavo y jengibre... y es que me encanta hornear galletas.


Siempre había pensado que cocinar galletas era una tarea ardua y dificultosa, que no sería capaz de llevarla a cabo, pero un día me atreví, cuando los niños eran pequeños y con ellos resultó ser una labor de lo más entretenida y divertida.


Ahora, soy yo la que disfruto de este momento solitario en mi cocina, mezclando  ingredientes, eligiendo la forma de los moldes que me gustan y  quizás añadiendo  un poquito más de canela, jengibre o gotas de chocolate que antes. 


A lo largo de los años he recopilado variado tipos de recetas de galletas y cuando cocino alguna de ellas, después de dejarlas enfriar en una rejilla, suelo colocarlas y ordenarlas en unas cajitas de lata que también he ido guardando desde hace tiempo. 


Cada cual en su cajita para no mezclar sabores. Aunque, la verdad en la despensa  se huele una variopinta mezcla  de agradables aromas.


Y no sé que ocurre, pero las galletas vuelan y cuando me doy cuenta, la caja de galletas está vacía.


“Piensa que la vida es como una caja de galletas.

 Negué varias veces con un gesto de la cabeza y me quedé mirándola.
 
–Quizá sea un poco tonto, pero a veces no te entiendo. 

–En una caja de galletas hay muchas clases distintas de galletas. Algunas te gustan y otras no. Al principio te comes las que te gustan, y al final sólo quedan las que no te gustan. Pues yo, cuando lo estoy pasando mal, siempre pienso: «Tengo que acabar con esto cuanto antes y ya vendrán tiempos mejores. Porque la vida es como una caja de galletas».”

Haruki Murakami. Tokio Blues



¡Feliz diciembre!

lunes, 7 de agosto de 2023

Vacaciones

 

 

El tiempo no se detiene, agosto transcurre plácidamente con sus días de fiesta y de descanso. 


 Disfruto de los momentos apacibles que me regala, de vez en cuando, algún día. Aunque el calor me deja exhausta y me refugio entre las páginas de un libro.


Me gustaría imaginarme sentada a la orilla de algún lago, qué quietud.



"...El lago pensativo al fondo del paisaje 

Me vuelve a hablar de tu serenidad.

Los caminos que seguiste, hoy me señalan el mío, 

Aunque jamás sabrás que te llevo conmigo..."

 

Marguerite Yourcenar




miércoles, 29 de marzo de 2023

Milagro

 


Hay un sutil y tenue momento al día en el que parece que las pequeñas cosas cotidianas resplandecen de forma inusitada.



Un minúsculo e insignificante instante que normalmente pasa desapercibido, porque  lo que tengo a mi alrededor carece o parece carecer de importancia.


Todo el día  rondan pensamientos y afanes que me embullen en la rutinaria y monótona costumbre.



Y ahí está, ese rayo de luz que se cuela por la ventana, deteniendo, por un momento, mi tiempo.  


De repente, todo se ilumina. Disfruto y sonrío...




Tal vez dura un instante el milagro; después las cosas vuelven

a ser como eran antes de que esa luz te diera
tanta verdad, tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,
lleno de gratitud. Y cantas, cantas.

Eloy Sánchez Rosillo




lunes, 13 de febrero de 2023

"Mi casa y mi corazón"

 

Meditaba estos días sobre la cantidad de libros, ensayos, tratados, conferencias, discursos, escritos, películas que tratan sobre el "AMOR", el sentimiento más sublime e inefable del ser humano.


Por ello, es el tema que más poemas inspira a los poetas; hay versos grabados en mi memoria porque justo dicen lo que siento. Es la magia de la poesía...


  Somos un poco sabios en lo que al amor se refiere, porque  hemos amado, amamos y seguiremos amando.

y hacemos grandes o pequeñas cosas con un gran amor 



Si salgo un día a la vida

mi casa no tendrá llaves:

siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.

Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.

Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.

Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.

Marcos Ana



sábado, 21 de enero de 2023

Tiempo de invierno


Un nuevo fin de semana a la vista, con tintes invernales, se nos presenta; estamos  en su tiempo. 


He hecho acopio de ovillos de lanas para templar y calentar, al menos, mis manos. Me agrada el tacto suave al tejer la lana.

 
Qué no falte una bebida caliente que atempere el cuerpo, y a ratos, una buena lectura; esos plácidos y pequeños momentos los voy a disfrutar. 



  "Es invierno y el aire apenas mueve
los colgantes resecos de las ramas.
El cielo ya se apaga en sus colores
que presagian la noche entre los plátanos.
Al emular reclamo: luz , más luz",
al menos la precisa en el poema."

Dionisia García (Mientras dure la luz)


¡Feliz fin de semana!