Siempre había pensado que cocinar galletas era una tarea ardua y dificultosa, que no sería capaz de llevarla a cabo, pero un día me atreví, cuando los niños eran pequeños y con ellos resultó ser una labor de lo más entretenida y divertida.
Ahora, soy yo la que disfruto de este momento solitario en mi cocina, mezclando ingredientes, eligiendo la forma de los moldes que me gustan y quizás añadiendo un poquito más de canela, jengibre o gotas de chocolate que antes.
Cada cual en su cajita para no mezclar sabores. Aunque, la verdad en la despensa se huele una variopinta mezcla de agradables aromas.
Y no sé que ocurre, pero las galletas vuelan y cuando me doy cuenta, la caja de galletas está vacía.
“Piensa que la vida es como una caja de galletas.
Negué varias veces con un gesto de la cabeza y me quedé mirándola.
–Quizá sea un poco tonto, pero a veces no te entiendo.
–En una caja de galletas hay muchas clases distintas de galletas. Algunas te gustan y otras no. Al principio te comes las que te gustan, y al final sólo quedan las que no te gustan. Pues yo, cuando lo estoy pasando mal, siempre pienso: «Tengo que acabar con esto cuanto antes y ya vendrán tiempos mejores. Porque la vida es como una caja de galletas».”
Haruki Murakami. Tokio Blues
¡Feliz diciembre!
Gracias, por poner a esta hora el olor de las galletas, justa para ir a descansar. Muy feliz mes.
ResponderEliminarPrecioso el arte de hacer felices a los demás. Un beso.
Gracias a ti, siempre, Campirela, gracias por estar. Besos
EliminarSiempre con tu exquisitez y tu elegancia por bandera. Un lujo leerte y más en esta ocasión que nos dejas una moraleja a tener en cuenta, guiada por la mano de Murakami, todo un referente en la literatura.
ResponderEliminarUn eso muy grande.
Gracias a ti, Tracy, me lees con muy buenos ojos Abrazos
Eliminargalletas artesanas, qué ricas!! se les pueden dar diferentes formas, añadir ingredientes de chocolate, de frutas o especias... y guardadas en una caja bonita, saben aún mejor.
ResponderEliminarlo de empezar por las galletas que te gustan me ha recordado a la carrera. yo era muy dado a estudiar mucho las asignaturas que me gustaban y procrastinar con las que no me gustaban...
abrazos!!
Así es, Chema, puedes hacer la variedad que quieras. Me pasó igual cuando estudiaba, dejé para el final asignaturas que no me gustaban, pero como dicen en mi pueblo, "el peor camino hay que andarlo pronto" Un fuerte abrazo, querido amigo.
EliminarGalletas caseras, ¡¡umm, que ricas!! y que olor dejan en toda la casa.
ResponderEliminarEse libro que nombras de Murakami lo lei en su momento hace tiempo.
Saludos y buen provecho con las galletas y con el libro.
Sí, las galletas están deliciosas, gracias Emilio. Un fuerte abrazo
EliminarQué post más bonito, con su cita final y todo. Yo las he hecho alguna vez, pero en mi casa la experta es mi hija Irene.
ResponderEliminarBesitos.
Gracias, Noelia. A mi hija también se le da bien, pero con ingredientes veganos, avena, manzana etc. Besos
EliminarHas conseguido que pueda recordar ese olor de la cocina de mi madre, cuando hacía cochura. En mi casa, las cajas metálicas eran de té Hornimans, (se nota que éramos "baristas") y a pesar de ser hijo solo, estaban a buen recaudo, por mor de mis tropelías nocturnas.
ResponderEliminarGracias por los recuerdos, siempre bien acompañados con las citas literarias pertinentes.
Un beso.
"Cochura", que palabra tan hermosa y llena de bonitos recuerdos. Tengo un cuaderno muy ajado de mi abuela que tiene las recetas de cochura, pero las medidas me cuesta entenderlas: celemín, cuartillo, libras y esa frase: harina, la que admita". Gracias, Juan, tu comentario también me ha hecho recordar. Abrazos
EliminarUn hobby alimentario encantador. Yo no tengo nada de cocinera. Y piensa que esa caja de galletas es como la caja de bombones de Forrest Gump.
ResponderEliminarDisfruta muchísimo cocinando y creando esos aromas a navidad. Un abrazo
Mil gracias, Albada. Disfruto con ese aroma especial de las galletas recién sacadas del horno. Besos
EliminarEn casa ocurre lo mismo.
ResponderEliminarEl olor a canela de las galletas recién horneadas inunda todo con aroma a Navidad.
Bellísima colección de cajas.
Besitos
Gracias, Isabel. La verdad es que ese aroma tan especial por estas fechas ya queda impregnado como un bello recuerdo. Besos
EliminarUmmmmmmmmm!!!
ResponderEliminarTienen muy buena pinta.
Feliz diciembre, Maite.
Besos.
Ya lo creo, Toro. Gracias por tu visita. Besos
EliminarMmmm bueeeno y este blog, no es que huela a Navidad, es que es pura Navidad... ; )
ResponderEliminarOootros beso preciosa y que disfrutes de estos días ¡ muy feliz navidad!.. MaiteNavidad : )
Ja ja ja María, me alegro mucho de verte por este otro blog. Feliz Navidad
EliminarMe emocioné y jaja no te dije nada de la entrada Haruki Murakami y en concreto Tokio Blues es una de mis novelas favoritas y sí, sin duda cuando tocan galletas que no nos gusta, es mejor pensar mejor tomarlas sabiendo que pronto vendrán otra mejores.. además pienso que todo ocurre por algo, solo que no sabemos por qué... a veces, solo para que aprendamos...ahora sí, que te dejo por fin en paz jaja MuaksS!
ResponderEliminarMe encanta tu comentario, María, creo que todo ocurre por algo, claro que sí... en casa ya no quedan galletas, habrá que preparar otra horneada. Besossssss
EliminarTu cocina olerá de vicio y las galletas estarán riquísimas. Felices fiestas
ResponderEliminarSí que están ricas, Lola. Besos
EliminarDelicados y evocadores aromas nos dejas, Maite.
ResponderEliminarNunca he hecho galletas, pero te leo me dan ganas de intentarlo.
Un abrazo lleno de cariño, amiga.
Todo es ponerse, Verónica. Ahora me resulta sencillo, la primera vez me sorprendió el maravilloso resultado. Recibo tu abrazo y te lo devuelvo con el mismo cariño. Besos
EliminarHola Maite, mi madre tambien hacia dulces por navidad y era una delicia, por el aroma que hacia en toda la casa y por lo bueno que estaba lo que hacia:), me alegro que a ti te guste y hagas felices a los tuyos, que tengas una muy feliz navidad.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, querida Pili. El aroma de la Navidad es especial... te deseo unas felices fiestas de Navidad. Besos
EliminarLas galletas es que son sabrosísimas, y el hecho de saber hacerlas uno mismo es algo extraordinario. Se les puede dar el sabor y el dulzor más al gusto de uno mismo. Y en Navidad las galletas caseras, cuando se va de visita, agradan más.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, J.S. Abrazos
Eliminar¡Lo que daría yo por estar en tu cocina, y sobretodo en tu despensa! Las galletas tienen una pinta deliciosa. ¡FELICES FIESTAS!.
ResponderEliminarBesos..
Aquí te espero, Conchi. Felices Fiestas! Abrazos
EliminarMaite, qué bonito lo de la caja de galletas...Si, la vida nos sorprende cada día y hay que aceptarla siempre. Me encanta sentir en tus letras ese olor a hogar que siempre nos brindas. Que tengas una hermosa Navidad con los tuyos y el año nuevo te traiga salud e inspiración para seguir creando y recreando la vida como sabes hacerlo, Maite.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño.
Hace mucho que no pasaba por tu espacio, y me ha encantado leerte. Gracias por tu paso por el mío. Un abrazo
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