sábado, 23 de abril de 2022

Leyendo...

 


El libro que estoy leyendo comienza así:

"Con el brazo caído sobre el costado, y la otra mano apoyada en  la frente, el joven Aristóteles, en una cómoda silla y con los pies cruzados, lee lánguidamente un manuscrito desplegado sobre el regazo."

Historia de una lectura   Alberto Manguel


Cuando estoy leyendo un libro, pienso en el apasionante recorrido que hace y lo que implica desde que el escritor escribe hasta que llega a mis manos. Muchos amigos blogueros saben de este largo proceso.


Hoy, en el día del libro, doy gracias a los autores, editores, libreros, a todos los profesionales del libro.  GRACIAS


Las palabras son espectros
piedras abracadabras
que saltan los sellos
de la memoria antigua

Y los poetas celebran la fiesta
del lenguaje
bajo el peso de la invocación

Los poetas inflaman las hogueras
que iluminan los rostros eternos
de los viejos ídolos

Cuando los sellos saltan
el hombre descubre
la huella de sus antepasados

El futuro es la sombra del pasado
en los rojos rescoldos de un fuego
venido de lejos,
no se sabe de dónde.

Cristina Peri Rossi (Poema del discurso en la entrega del Premio Cervantes)




Feliz día del Libro


martes, 5 de abril de 2022

Forget-me-not

 

"¿Qué flor silvestre le gustaba más?... él sabía que no había nada comparable a la nomeolvides silvestre."  (Recuerdos de un jardinero inglés)


No sé si será por su peculiar color azulado, por su nombre tan poético o porque son unas sencillas y diminutas flores, me gustan mucho las "nomeolvides".


Hoy quiero olvidarme de las noticias, de la guerra, de lo mal que va el mundo. Me refugio en estas diminutas flores que arropan mi tristeza.


 Son flores que me atraen por su delicada sencillez: cinco pétalos azul claro y su centro amarillo con puntos blancos le otorgan una luminosidad especial y una inusual belleza. 


No exige grandes cuidados,  tan sólo con un poco de atención se tienen plantas sanas y fuertes con una floración extraordinaria. 


Hoy es martes, recuerdo el té de los martes (nuestra Tracy  nunca lo olvida). Me tomo el té de los martes con la armonía de las nomeolvides.




Entre el brezo y la caléndula,
entre el musgo y el botón de oro,
entre el diente de león y la aulaga,
entre el nomeolvides y la madreselva,
como entre el azul pálido y la nube,
o entre el roble y los tejados
existí, allí estuve,
yo en el lugar y el lugar en  mí.
¿Dónde volver a encontrar
ese mundo en otra parte, más allá
de los mapas y de los atlas,
donde todo se entreteje en
y a partir de sí mismo,
un nido de hierbas trenzadas?

Seamus Heaney