miércoles, 29 de agosto de 2018

Historias del verano: En la biblioteca


¡Qué sorpresa tan grata me he llevado estos días! Sí, tiene que ver con libros, no podía ser de otra manera.


Sección cervantina

Hace muchísimos años que no entraba a la biblioteca de mi pueblo, muchos, muchos... y el otro día pude pasar allí un rato de lo más agradable. Entre otras cosas, me dí cuenta que tiene más anaqueles dedicados a la poesía que cualquier biblioteca de ciudad,  Y las novedades literarias están a la última


Lo que menos me esperaba era encontrar aquí un par de libros que andaba buscando en librerías y otras bibliotecas. ¡Es genial! Y agradezco, de corazón, a quien corresponda que mantenga este lugar con tanto esmero abastecido de buenas y enriquecedoras lecturas, sin olvidar un rinconcito para la poesía. ¡Gracias!




Evidentemente, la biblioteca se llama Biblioteca Municipal "Quevedo", situada en el centro del pueblo, al lado de la Plaza Mayor y en un entorno histórico muy bien cuidado. Este edificio es La Alhóndiga, la casa de Cultura. 




Primero se utilizó como depósito para abastecer de trigo a la población. A partir de 1719, pasó a ser una cárcel. Remodelada en 1989, alberga entre sus muros un sinfin de exposiciones, actos literarios, encuentros musicales... este edificio  es el hogar de la cultura en mi querido pueblo.  Anoche mismo, asistí a la presentación de un libro de poesía... pero esto es otra historia.





El libro habla...

Lector: Soy el fruto de un árbol enfermo,
enfermo de amores y melancolía,
y quiero el ensueño del sueño que duermo
contarte muy quedo, como contaría
un hijo a su madre su primera pena...

Pobres las abejas, pobre es la colmena;
pobres los veneros, pobre el manantial;
más el agua mana límpida y serena,
y la miel, dorada, rebosa el panal.

Todo te lo ofrezco, lector; pero siente:
si yo, como un hijo, lo que sé te digo,
aunque no germine mi humilde simiente,
tú, como una madre,... ¡sé bueno conmigo!

Juan Alcaide (Poesía completa)



¡Claro! uno  los libros que encontré fue el del poeta Juan Alcaide, paisano de nuestro Juan.


¡Felices lecturas, felices bibliotecas y felices útimos días de agosto!





lunes, 27 de agosto de 2018

Mi sueño...




UN DESEO

De todo nuestro mundo bañado de sol
no deseo más que un banco de jardín
con un gato tomando el sol…
Ahí estaría sentada
con una carta sobre el pecho,
una única carta breve.
Así es mi sueño…

Edith Södergan (Encontraste un alma. Poesía Completa)


Pinturas: Vladimir Volegov

viernes, 24 de agosto de 2018

Historias del verano: Mariposas



En la Sierra de Guadarrama existe una especie de mariposa increiblemente bella. Su coloración es predominante verde surcada por venas de color marrón rojizo.



Se trata de la mariposa isabelina, Graellsia isabelae, y fue descubierta por el naturalista Mariano de La Paz Graells en San Lorenzo de el Escorial. Y está en peligro de extinción.



En mis paseos no me la he encontrado. Es una mariposa nocturna.


Peguerinos tiene un pequeño monumento a esta mariposa.


"Una mariposa pequeña y amarilla ha venido a revolotear en torno de la luz ¡ Qué giros locos, qué giros precipitados y continuos !
- ¿De dónde vienes , pequeñita? ¿Has estado acaso en aquel bosque rumoroso que yo recorría encantada y sin miedo cuando niña? ¿Bebiste alguna vez una minúscula gota de agua en aquella laguna bordeada de juncos y de mimbres, que hay cerca del bosque del que te hablo? ¿Has dormido alguna noche en una matita de verbena? ¿Conoces muchos ramajes? Ese polvo amarillo que te cubre, ¿ Es polen de achiras, de achiras silvestres? ¡Oh, pequeñita, yo juraría que tienes olor a campo en las alas !

Juana de Ibarbourou El cántaro fresco


Pero me he encontrado con otras mariposas

lunes, 20 de agosto de 2018

HISTORIAS DE VERANO: EL TREN


Viajar en tren siempre me ha resultado muy literario. Qué cantidad de historias se pueden imaginar con observar un poco la vida que se mueve entre los vagones.


Casi siempre se coincide con las mismas personas; en voz baja, algunos van contando un sin fin de anécdotas; otros van aprovechando y siguen dormidos hasta el final del trayecto, otros escuchan música, la mayoría va viendo el móvil, los menos, leyendo.   


Durante este verano, he tenido que utilizar hasta tres trenes para llegar a Madrid. Aún así, me parece un buen medio de transporte.



Tan sólo un día, el tren se retrasó por una avería. 
Con quien mi relación no ha sido tan idílica ha sido con los revisores y taquilleros. Bueno, con algunos de ellos. No se puede generalizar, pero lo de perder el tren, no lo acaban de entender. 



"Una de mis caminatas favoritas era acercarme a la línea del tren y mirarlos pasar, contar sus carros y hacerle señas a la gente que en ellos viajaban, así como imaginarme la carga que ocuparía el interior de los vagones cerrados. 
Sin despegar los ojos solía poblarme de fantasía de viajes lejanos, y el acompasado sonido rítmico, intenso y metálico que producían sus ruedas al rascar los rieles, agregado al enorme esfuerzo, respiro a respiro, tos a tos, que salía de la locomotora como si estuviese eternamente extenuada, me transportaba a tierras desconocidas"

Hasta siempre, mujercitas de Marcela Serrano



domingo, 12 de agosto de 2018

Una noche para mirar







" Era una noche demasiada hermosa como quedarse dormida, así que saqué la cabeza para mirar y pensar. Vi cómo  salía la luna y pendía un rato sobre la montaña, como si no le hiciera mucha gracia la cosa, y cómo las estrellas grandes y blancas flirteaban desvergonzadas con las alturas."

Cartas de una pionera. Elinore Pruitt Stewart



¡Qué disfrutéis de la lluvia de estrellas!

viernes, 10 de agosto de 2018

¡AL FIN...




... llegaron mis vacaciones!!!!



Necesito desconectar de mi mundo laboral un rato. Ha sido un trimestre muy intenso y me siento agotada.



 Necesito darme un baño de calma y tranquilidad.




Este año no podré ir a ver el mar,  le echaré de menos.



Me dedicaré a pasear en  bici,



 a disfrutar de la familia y saborear las lecturas que tengo atrasadas.


Podréis encontrarme leyendo debajo de un árbol,








 
 dando largas caminatas por el bosque,

 

o cuidando de mi pequeño jardín.

 

¡Felices días!


El Verano
Cuando se desvanecen las flores de la Primavera
Llega el Verano trenzándose alrededor del año.
Y como por el valle desciende el riachuelo,
Así en derredor la magnificencia de los montes.
Que se muestren los campos en todo su esplendor,
Es como el día, cuando hacia el crepúsculo se inclina;
Como el año demorándose, así las horas del Verano
Y las imágenes de la Naturaleza a menudo desvanecidas para los hombres.
 
Friedrich Hölderlin
 
Subiendo a Cabeza Lijar

martes, 7 de agosto de 2018

Y quieren ser la Rosa







LA JOVEN NOCHE



Ya las lustrales aguas de la noche me absuelven

de los muchos colores y de las muchas formas.

Ya en el jardín las aves y los astros exaltan

el regreso anhelado de las antiguas normas

del  sueño y de la sombra.  Ya la sombra ha sellado

los espejos que copian la fición de las cosas.

Mejor lo dijo Goethe: lo cercano se aleja.

Esas cuatro palabras cifran todo el crepúsculo.

En el jardín las rosas dejan de ser las rosas

Y quieren ser la Rosa.



Los conjurados (Jorge Luis Borges)



domingo, 5 de agosto de 2018

En el bosque


Este fin se semana me voy a confundir con los árboles del bosque.



Seamos muy cuidadosos con la naturaleza. Ella nos da la vida...





Os deseo un feliz descanso allí donde estéis, y que el calor sea liviano


 
por ti oh bosque!
y por ti oh campo!
y por ti oh agua!
Estoy convencida que en una vida ancestral,
hace ya miles de años,
yo tuve raíces y gajos,
dí flores,
sentí pendientes de mis ramas,
que eran como brazos jugosos y verdes,
frutas tersas, pesadas de zumo dulce;
yo estoy convencida de que hace un gran puñado de siglos,
fui un arbusto humilde y alegre,
enraízado a la orilla montuosa de un río.
Por eso siempre suspiro
por ti oh bosque!
por ti oh campo!
por ti oh agua!

Juana de Ibarbourou

viernes, 3 de agosto de 2018

GRACIAS...





GRACIAS A LOS ZAPATOS


Soy poco importante
Jamás lo olvido.
Camino como alguien poco importante,
me siento como alguien poco importante,
me lavo, duermo y como de un modo
absolutamente poco importante.
Esto se debe, parece ser,
a que en la infancia
siempre tuve zapatos rotos.
Gracias a esos zapatos
sin sobresalto daré la bienvenida
en algún momento poco importante
al poco importante hecho de pasar
oficialmente
al estado de poca importancia colectiva.

Anna Swir


¡Feliz viernes!