lunes, 28 de septiembre de 2020

TEMPUS FUGIT

 


El tiempo pasa rápido, septiembre rueda a velocidad de vértigo...


Ha llegado el otoño, un nuevo curso ha comenzado, la vida sigue marcando el compás, ahora incierto y preocupante.


 Y aquí seguimos, espero que vuestro mes de septiembre haya sido estupendo.


"...Te seguiré buscando,

con el amor de siempre,

en mi septiembre

solitario."

Maruja Vieira

martes, 8 de septiembre de 2020

- 375 Aniversario de su muerte -


En estos tiempos de pandemia, mi pueblo, como todos los pueblos y ciudades de España han suspendido cualquier acto o festejo en el que pudiera colarse la presencia del virus.


Por lo que este año, el hábito de la Orden queda colgado en el armario a la espera de otro momento que sea propicio y favorable. 





Los claustros del Convento de Santo Domingo permanecerán desnudos, sobrios y solitarios; sólo el eco silencioso de los versos de Don Francisco resiste, y aguanta como las piedras que durante tantos siglos han habitado este recinto.



En este ocho de septiembre, mi pequeño homenaje a Don Francisco de Quevedo.

  
Con la esperanza de volver a escuchar la voz de los versos que retratan el alma de la humanidad.



Ya formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día,
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena.


Si agradable descanso, paz serena,
la muerte en traje de dolor envía,
señas da su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.


¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar, piadosa, viene
espíritu en miserias añudado?


Llegué rogada, pues mi bien previene;
hallame agradecido, no asustado;

mi vida acabe y mi vivir ordene.

(Soneto escrito en Vva. de los Infantes por D. Fco de Quevedo unos días antes de su muerte)


sábado, 5 de septiembre de 2020

TODAVÍA




Doy mis últimos paseos en bicicleta en este verano tan atípico, ya se nota que el atardecer madruga un poco más cada tarde.


Mi bici se ha convertido, como cada verano, en una compañera de aventuras, pedaleando por los caminos que serpentean estos campos manchegos repletos de olivares, viñedos y huertos que muestran ya sus tradicionales frutos.
   
Me despido agradecida de mi bicicleta hasta que pueda regresar al pueblo.



Todavía
a veces

se asoma
a tu mirada

aquella chica
en bicicleta

atravesando
la ciudad
hacia la playa…


Karmelo Irribaren