En
cada llamarada llama un hada
las cosas por su nombre:
león al que lee mucho
tartamudo al goloso de silencio
higuera a un fuego verde
cuyos hijos
son blandos
dulces
nudos
de luz
el hada inmóvil
me llama perverso
me recita:
la pantera era pan
que se comió al hambriento
la rosa risa
de olor
o loor callado
que el hada pálida
abra cada palabra
como la nuez que no es
me dé a sufrir su fruto
a comer comas
y ya sólo sintaxis sin amigos
sin señas sin dinero
me conceda
el poema
las cosas por su nombre:
león al que lee mucho
tartamudo al goloso de silencio
higuera a un fuego verde
cuyos hijos
son blandos
dulces
nudos
de luz
el hada inmóvil
me llama perverso
me recita:
la pantera era pan
que se comió al hambriento
la rosa risa
de olor
o loor callado
que el hada pálida
abra cada palabra
como la nuez que no es
me dé a sufrir su fruto
a comer comas
y ya sólo sintaxis sin amigos
sin señas sin dinero
me conceda
el poema
José María Parreño
Me gusta mucho este poema. Poema puro.
ResponderEliminarSoy una golosa de silencio, sosegado, hondo.
Leona. "De las palabras queda su sabor
después de haberlas ingerido ...", dice Parreño.
Te dejo un poema suyo que me encanta, seguro que lo conoces: este otoño que tanto te quiero ...
este otoño que tanto te quiero
te regalo la lluvia.
la lluvia es todo:
es canción triste, es compañía,
es llanto persistente sobre todo el paisaje,
es la caricia que hace temblar el suelo
y elevar el sexo de las flores.
es la orden húmeda que implanta
los más espesos olores.
te la regalo porque es como tú,
extensa, repentina,
de estatura cansada por el sol de la tarde,
de ojos también cayéndose camino del invierno
y porque en ella yo me siento tan dulce
como me siento en ti.
de todo lo que vuela y nos hace sufrir
nada más compasivo y simple que la lluvia,
y nada tan frágil y a la vez tan invicto
y nada como su misma promesa de frutos y verdor.
mírala, como un mar derrumbado,
como ruinas de una atmósfera de agua que existió.
muchas veces
me empapa de nostalgia y me hace nudos
que escuecen al tragar.
será porque la lluvia
cubre bosques que has amado conmigo,
nos ha mojado juntos, imparcial, minuciosa,
en lejanas provincias junto al mar.
ya para siempre tendrás lo que te he dado,
de mi regalo nunca podrás huir
ni devolvérmelo.
y cuando llueva, cada gota en tu cuerpo será un beso,
un beso que no pide nada a cambio,
que atravesará los impermeables, los paraguas,
diciéndote con su idioma monótono y dormido
que te quiero.
Un beso, Maite. Gracias.
Buen fin de semana.
Los poemas de Parreño son un filón de recursos literarios.
EliminarYa lo había leído, sí, bueno creo que a este autor le conozco gracias a ti.
Besos, Rosa, abrigados que este fin de semana tenéis temporal de frío y nieve.
Se lo concedido!
ResponderEliminarVivan las hadas!
Besos.
¡Hola, Carmen!!
EliminarLas hadas me encantan, gracias por tu visita.
Espero que celebrases el aniversario a lo grande.
Feliz fin de semana
Besos