Lo cierto es que solo he disfrutado dos maravillosas tardes de mi rincón de lectura: un confortable sillón, un buen libro y una deliciosa taza de té verde con menta, de vez en cuando lo acompaño con un trozo de chocolate negro, a pesar de las semanas que llevamos confinados en casa.
Por fin, me reencontrado con la narrativa, y he conseguido terminar con la lectura de un par de libros que tenía pendiente desde hace muchooooo tiempo y estoy contenta.
Hay días en que uno necesita
desesperadamente el Arte. Aspira con ardor a recuperar su ilusión espiritual, desea
con pasión que algo le salve de los destinos biológicos para que no se excluya
de este mundo toda poesía y toda belleza. Entonces, uno toma una taza de té, y
con un libro, una música, una película, trata de imprimir a este patético
teatro la marca del Arte y sus más grandes
obras.
Muriel Barbery. La elegancia del erizo
Maravillosos instantes, sin duda. Esos en los que uno viaja sin moverse del sitio. Así como visitarte, mi querida amiga.
ResponderEliminarQue jamás perdamos esa ilusión!
Abrazo enorme, y feliz noche 💙
Gracias, Gin, por tu comentario.
EliminarMil besosssss
Precioso momento sin lugar a dudas Maite, casi envidio tu rincón y tu té con los libros... Un besazo al alma y me encantó la cita que dejaste.
ResponderEliminarOtro beso al alma para ti, Paula.
EliminarBesos
muy bonitas tus dos últimas entradas! es verdad, este año no tenemos los tenderetes de libros que montaban en el exterior de las librerías. pero bueno, para cuando se haga lo valoraremos más.
ResponderEliminarcon el encierro, parece que tenemos más tiempo para leer y para todo, pero eso es muy relativo...
besos!
Sí, Chema es muy relativo.
EliminarMe ha concatdo centrarme en la lectura.
Besos
Hay que propiciar momentos blancos, momentos libres para llenarnos de lo que nos apetezca. Abrazucos
ResponderEliminarHasta ahora he tenido poco tiempo, Ester. Esta semana estoy más liberada...
EliminarMil besos, querida amiga.
Instantes, lecturas, ratitos, que no solemos encontrar porque el reloj nos empuja. Qué bien que ahora sepamos encontrarlos. Me ha gustado es pátina de placidez de tu texto de un día bonito.
ResponderEliminarUn abrazo
Eres una maestra en encontrar la palabra justa... me encanta tu comentario.
EliminarMil besos, Albada
Hola Maite, me encanta ver que vas encontrando momentos de lectura, a mi la verdad es que me está costando un poco, pero también estoy quitando lecturas pendientes y eso me está haciendo feliz. Besos cariño :D
ResponderEliminarCuesta, Margarita, te entiendo. Al menos, ya he leído lo que tengo que devolver a la biblioteca cuando las abran.
EliminarBesos
Estos momentos a mí me dan la vida.
ResponderEliminar¡Que gusto perderse en las páginas de un libro tomando una taza de té!
Besitos
Ya somos dos, Isabel.
EliminarMil besos
Leí hace tiempo esa novela y me impactó. Tanto es así que creo recordar que publiqué una reseña, (dudo si en este blog o en otro anterior que se llamaba "La Coctelera", luego lo buscaré).
ResponderEliminarEl personaje de la portera es de lo mejor que he leído en mucho tiempo.
Después no he vuelto a saber nada de esa autora francesa.
Besos.
De esta autora, he leído otro librito: Rapsodia Gourmet. Me gustó mucho, pero reconozco que La elegancia del erizo me cautivó.
EliminarBesos, Juan
Creí que anoche a las tantas de la madrugá te había puesto un comentario, seguramente no sería así, aciertas horas ya no se es persona.
ResponderEliminarBueno te repito lo que ayer te dije que hoy más que nunca me hubiera encantado tomar un té contigo y comentar la sensibilidad de "La elegancia del erizo", un libro que no descarto volver a leer y a disfrutarlo de nuevo.
Me encantan tus fotos son muy elegantes, me chiflan.
Mira que horas son, ja ja ja.
EliminarLo he leído varias veces porque René es mi personaje favorito, me encanta.
Cuando vengas a Madrid, te invito a un té.
Besosssssss
Me encanta "La elegancia del erizo".
ResponderEliminarLeí esto de Lorenzo Oliván: "Nos falta tiempo para casi todo incluso cuando nos sobra tiempo para casi todo. Qué retorcido el tiempo". :)
La enseñanza presencial es mucho más gratificante, la virtual me cuesta.
Ahí estoy, corrigiendo.
Un beso, querida Maite.
Buena frase la de Oliván.
EliminarLa enseñanza virtual ha venido para quedarse, Rosa.
Lo que percibo es que hay mucho más trabajo para los profesores.
Besossss
La elegancia del erizo... disfruté mucho con este libro.
ResponderEliminarBesos, Maite.
También yo disfruté con este libro, Verónica.
EliminarBesos