Ella siempre vestía de rojo pasión, o de naranja brillante;
sus cabellos de amarillo dorado reflejaban la luz del amanecer y el arrebol de
sus mejillas contenían los rasgos de una efímera belleza. Pero ella no se
sentía fuego.
Quería ser agua, confundirse en la inmensidad del océano,
sumergirse en las profundidades misteriosas del mar, hacerse gota y empapar la
tierra, navegar entre las olas y surcar el infinito horizonte, pero tampoco se
sentía agua.
Le gustaba la firmeza de la tierra, fruto y semilla de la
vida. Observar el paso lento de las estaciones y aprender de la perseverancia
de la naturaleza. Ahondar con sus manos en el corazón de una rosa o trepar
entre las vigorosas raíces de un árbol. No, no se sentía tierra.
Ella tenía un deseo inefable de sentirse aire. Poseer el
lenguaje callado de los árboles, sostener con su etérea presencia las alas
brillantes de las libélulas o las de hermosos colores de las mariposas. Quería
sentir el lado que acaricia la brisa rozando el rostro sereno de la
contemplación. Quería ser aire y reponer el abrazo solidario de la soledad.
Aire, presencia invisible que ondea entre las cimas sublimes de la vida; aire,
viento rápido, veloz cuando grita; suave y cálido cuando susurra. Ella quería
ser aire, ella quería ser libre.
Maite Lorenzo
Esta es mi aportación a la propuesta de Ginebra Blonde.
Todos los escritos, podéis encontrarlos en Paraíso de letras
Aprovecho para agradecer a Ginebra la posibilidad de sumergirme en el paraíso de las letras, y hacer de la escritura una de las aficiones que tengo muy reservada. Muchas gracias.
Un precioso sentimiento, ser agua, aire, semilla de vida…Observando la belleza que nos brinda la naturaleza. Poder fundirnos junto a ella para ser árbol donde se posan las aves, tierra, y empaparla de vida…
ResponderEliminarMuy hermoso.
Un fuerte y cálido abrazo Maite
De la naturaleza se aprende mucho. Me gusta observar y casa estación tiene lecciones maravillosas.
EliminarAbrazos, querida poeta.
esta vez nos muestras un escrito tuyo propio. está genial, y deberías hacerlo más. :) me encanta la simbología de los cuatro elementos. yo también participé en este reto de ginebra, con aquel cuento del tiovivo. ^_^
ResponderEliminarbesos!
Recuerdo tu escrito. Gracias a nuestra Ginebra. Siempre me dicen que por ser Leo, mi símbolo es el fuego. Ni me identifico para nada. De ahí el escrito.
EliminarBesosssss
Así mas o menos me veo yo, con los pies en la tierra, alas de libertad, agua para el movimiento y aire para vivir, Necesito y utilizo los cuatro elementos, por eso tu aporte me ha encantado. Abrazos
ResponderEliminarEstamos a la par. Creo que tenemos un poco de cada elemento. Gracias, Ester.
EliminarMuchos besos
¡Fe-li-ci-da-des!!!
ResponderEliminarMe encanta lo que quieres ser y también lo que no sientes.
Y la palabra arrebol una de mis favoritas, por poética, sugestiva, delicada, misteriosa ...
Un texto de esos que apetece leer.
Me gusta mucho, no deberías reservar esa afición.
Me alegro de verte, Maite, tengo mucho trabajo y casi no puedo ocuparme del blog.
Te contaré.
Un beso enorme, querida amiga, te he recordado estas vacaciones, eres una persona muy especial para mí.
Felicidades también a Ginebra por su bella iniciativa.
Muchos besos.
Has conseguido que mis mejillas vuelvan a estar arreboladas, ja ja ja. No es para tanto. Me atraen las convocatorias de Ginebra.
EliminarPor aquí también es un mes muy intenso.
Nos leemos.
Muchas gracias, querida amiga y maestra.
Besosssss
Mil gracias, Rosa. Para mí es un placer contar con tan buena compañía en estas propuestas, tanto en letras, como en personas 😊
EliminarBsoss para las dos, y feliz día!! 😘
Felicitarte de nuevo por tan bella aportación, mi querida Maite. Me he sentido identificada por la esencia que transmite tu precioso relato...
ResponderEliminarGracias de corazón por tu compañía en este viaje de letras y sentires 🌹
Bsoss enormes, y muy feliz finde 😘💞
Gracias, siempre, a ti. Por permitir acompañarte en este viaje, sin duda, apasionante del mundo de las letras. Gracias.
EliminarFeliz día y muchos besos
Impresionante de bonito tu relato, una preciosidad.
ResponderEliminarYo también quiero ser aire... me encanta!!
Muchos besos, guapa.
Gracias, tú si que haces magia con las palabras. Un placer leerte siempre.
EliminarBesosss
Una hermosa entrada, una magnifica prosa.
ResponderEliminarBuen finde.
Bsos.
Gracias, bonita.
EliminarHoy voy a llegar al trabajo con un subidón de ego que no veas, ja ja ja. Abrazossss
Qué bien escribes!!!
ResponderEliminarBravo!!!
Besos.
Colorada, estoy!!!
EliminarGracias. Toro poeta del alma.
Besossss
Solo le faltó ser fuego, pero supo con sus palabras , encender la llama de un precioso relato. El circulo se había completado y los demás sabíamos de la existencia de una gran escritora.
ResponderEliminarBesos.
Ja ja, tú si que escribes bien y tu comentario me encanta. No quepo en mi. Abrazosssss
EliminarQué hermosura de entrada Maite, me ha encantado lo que has ido mostrando y de la forma en que lo has hecho para ese paraíso de las letras. Precioso.
ResponderEliminar¡Besos! :D
Muchas gracias, Margarita. Salió así.
EliminarUn montón de besosss
Qué bonito lo que has escrito, Maite.
ResponderEliminarTan poético, tan sentido y tan bien escrito.
Me identifico con esa ella de tu texto.
Te animo a que pongas más cosas tuyas aquí, lo haces muy, pero que muy bien.
Un beso.
Gracias Paloma.
EliminarMe da un poco de cosa, pero poco a poco.
Hoy estoy dispuesta a llenar alguna página en blanco... muchas gracias, de verdad.
Besossss
Y a pesar de todo, siempre somos parte de un todo.
ResponderEliminarMi enhorabuena, Maite.
Besos.
Lo somos. Así lo siento.
EliminarGracias, Verónica.
Miles de besosss
Ehhh Maite qué chulo lo que has escrito!
ResponderEliminarAnímate a escribir más...
; )
¡Gracias!
ResponderEliminarLa suerte del principiante...
Abrazos