lunes, 23 de enero de 2017

Los dedos de la aurora





Entraban en mi alcoba sin llamar a la puerta,
deshojando en el aire la flor de su perfume.
Los oía arrastrarse, leves, hasta la alfombra.
Trepaban a la cama y luego, entre las sábanas,
me anunciaban el día con sutiles caricias.

Luis Alberto de Cuenca

viernes, 20 de enero de 2017

INVIERNO PARA BEBERLO


Fin de semana, al abrigo del hogar. Miraré si nieva por la ventana.



Y nos mantendremos calientes con una buena taza de chocolate


Y al hogar de una buena lectura


Y por supuesto al calor de mi máquina de coser






Sin dejar la lectura de un cálido y abrigado poema:

Cae
Nieve con gusto a universo
Cae
Nieve que huele a mar
Cae
Nieve perfecta de los violines
Cae
La nieve sobre las mariposas
Cae
Nieve en copos de olores
La nieve en tubo inconsistente
Cae
Nieve a paso de flor
Nieva nieve sobre todos los rincones del tiempo

(Fragmento del poema Invierno para beberlo de Vicente Huidobro)


Feliz fin de semana

lunes, 16 de enero de 2017

Momento blanco




Lúcida, entera, pura
la inmensidad nevada.
Un arpa evanescente
bajo el lienzo extendido
de las neblinas bajas.


Tómame,
rodéame,
habítame, blancura,
inúndame, grandeza,
inocencia, abrázame.
Abrígame,
silencio en blanco remolino,
altura, despójame,
absuélveme, pureza,
impúlsame,
sálvame,
extraña liviandad.


Sobre tus alas libres,
condúceme, poesía
hacia el amor constante.
Llévame,
transpórtame, angélica espesura
hacia donde hay encuentro,
fulgor y epifanía.

Alejandro G. Roemmers (La mirada impar)


jueves, 12 de enero de 2017

En cada llamarada llama un hada...





 


En cada llamarada llama un hada
las cosas por su nombre:
león al que lee mucho
tartamudo al goloso de silencio
higuera a un fuego verde
cuyos hijos
son blandos
dulces
nudos
de luz

el hada inmóvil
me llama perverso
me recita:
la pantera era pan
que se comió al hambriento
la rosa risa
de olor
o loor callado

que el hada pálida
abra cada palabra
como la nuez que no es
me dé a sufrir su fruto
a comer comas
y ya sólo sintaxis sin amigos
sin señas sin dinero
me conceda
el poema

José María Parreño