miércoles, 23 de abril de 2025

De libros...


 No puedo pasar por alto el Día Internacional del Libro; tengo una interminable lista de libros por leer, y he decido que no voy a comprar ningún libro para mí, hoy dedicaré un buen rato para leer...



Ana María Matute. Premio Cervantes 2010.

"Ahora, tras estas deshilvanadas palabras, ojalá haya logrado trasmitirles algo de mi alegría, mi gratitud por la distinción que aquí me trae. Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que trasmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado.
Muchas gracias".


¡Felices Lecturas!

¡Feliz día del Libro!

lunes, 14 de abril de 2025

Entre visillos

 

 Estoy pasando estos días de vacaciones en  el pueblo, no sé por qué, me he acercado a hacer una visita a la casa de mis abuelos, ahora de mi madre y que está deshabitada desde hace ya muchos años.  


He subido la persiana de la ventana de sala de estar que da a la calle, y de repente, a través de los deslucidos y ajados visillos de encaje, unos rayos de sol han iluminado la habitación haciendo un suave juego de luces y sombras en las paredes.  

Al lado de la ventana, sigue estando la mesa camilla que tantas veces ha sostenido mis libros y mis largos ratos de estudio, así como las confidencias que solía escribir a mis amigas cuando la única forma de comunicarnos eran las cartas.


  Me doy cuenta que soy "una mujer ventanera" como la mayoría de las protagonistas de las novelas de mi queridísima Carmen Martín Gaite, de aquellos tiempos datan mis lecturas: "Entre visillos", "El balneario", "Retahilas", "El cuento de nunca acabar"...  Además, durante este año se celebra el centenario de su nacimiento. 


  Me siento en silencio y me empapo de estos momentos, de aquellos recuerdos en que mi alma restaura la calma y la nostalgia. Afuera el mundo se siente muy loco ahora mismo,  prefiero mirar "Desde la ventana".



"...Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos, que no lo ha visto nadie y que acoge a todos los pájaros ateridos y audaces, brindándoles terreno para que hagan su nido en él unos instantes..."

Carmen Martín Gaite (De su ventana a la mía, 1989)





martes, 1 de abril de 2025

TRAZADOS...

 





Iniciamos nuevo mes, con la primavera en ciernes, volvemos a renacer. Y después de una breve pausa obligada por las circustancias de la vida, regreso a mi rincón favorito.



Lo hago de la mano de nuestra querida amiga Ginebra, y de su reto literario mensual, en esta ocasión el tema es TRAZOS y viene acompañado de los dibujos de David, O´Connor. Esta es mi aporte:



David O´Connor 


Hoy el cielo está límpido, no hay ni una sola nube que cubra algún espacio de su color azul que se expande hasta el horizonte.

 
En mi paseo matutino de un sábado cualquiera me doy cuenta que todo está hecho de trazos:
 
los rectilíneos edificios que acotan este cielo brillante sin nubes,
 
los garabatos de las ramas de los árboles que se alzan hacia el firmamento intentando tocarlo con sus menudas puntas
 
un trazo circular que de desdibuja y deslumbra si lo quieres mirar… allá en lo alto.
 
Parece que en el exterior todo está trazado.
 
Pienso en los trazos de nuestro interior, esa maraña desconcertante de neuronas que perfectamente conectadas dan vida al ser humano. Una máquina divinamente trazada; trazos rectos, curvos, oblicuos, verticales, horizontales, rayas finas, gruesas, quebradas… somos un dibujo perfecto. Hemos sido trazados desde el principio hasta que una de esa maraña de células decide desconectarse, una de otra, primero y así, entonces los demás trazos empiezan a difuminarse, se esfuman, se borran…desaparecen.

 Dicen que así es la vida, somos trazos destinados a esfumarse… mientras  tanto no olvidemos de trazar en nuestro rostro, en nuestra alma, al menos una sonrisa.
 
De nuevo, el cielo azul brilla.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Serendipia: “Trazos”)