No sé si prescindir este año, entrañable para mi, de dedicarle un rato a escribir las típicas postales de navidad a la familia, a los amigos. Primero, por la falta de tiempo, y segundo, bueno... ya sabéis porqué.
Son mis momentos entrañables, entre otras cosas, porque rememoro mi infancia: recuerdo a mi abuela paterna quien me inculcó la costumbre de escribir postales de navidad durante estas fiestas. Es una bonita forma de compartir lo único de que dispongo con mis más allegados.
Desde entonces, y cómo se tratara un ritual, nunca he faltado a esta cita con mis recuerdos escribiendo las felices fiestas que deseo a los demás.
También os confieso que me alegra mucho cuando abro el buzón y me encuentro una carta con una felicitación de Navidad.
Precioso post. Muchas felicidades por no perder esos recuerdos y costumbres.
ResponderEliminarFelzi Navidad. Un abrazo
Siempre es bonito recibir un correo postal, aunque digan que no se usa ya, en estas fechas personalmente mando muchas felicitaciones por correo postal. Un besote
ResponderEliminarhace poco fui a correos y había un pifostio organizado, con una cola en la calle... por el aforo máximo y la distancia de seguridad. aun así enviaré algunos calendarios con nota manuscrita, a partir de la semana que viene que ya no tendré clases, o tendré menos.
ResponderEliminarbesos!
Yo también sigo con esa costumbre de escribir postales, es un momento tan cercano al pensar en la persona destinataria... con los años me voy percatando de que muchas postales ya no llegarán a destino y eso me entristece, la ausencia de esos seres queridos.
ResponderEliminarMis mejores deseos para ti y los tuyos, Maite. Que sea una Navidad llena de dicha y de paz y un Nuevo Año lleno de luz y esperanza.
Mil besitos con mucho cariño para ti y muy feliz noche ♥
Yo escribo todos los años a mano estas felicitaciones, pero este año me parece que me voy a dar un respiro. Lo necesito.
ResponderEliminarTodos los años hago tarjetas para el blog, para el whatsapp y todos los años envío por correo ordinario unas pocas tarjetas, siempre a los mismos, bueno cada vez a menos. Este año no he preparado ninguna, solo las que he comprado y mandado que son pocas pero no quiero dejar de hacerlo. un abrazo
ResponderEliminarEs una costumbre preciosa. Yo no he renunciado a ella sobre todo por la alegría que da recibirlos en el buzón
ResponderEliminarBesitos
Cariño, precisamente este año es cuando más falta hace este toque navideño. Quizás via online, pero presente, al fin y al cabo. Feliz Navidad cariño. Besos :D
ResponderEliminarHace tiempo que abandoné esa costumbre y es lastima, porque siempre me parecieron mas personales y autenticas.
ResponderEliminarDe cualquier manera, de tu escrito se desprende que tu sensibilidad no ha cambiado.
Besos y felicitaciones para esta duras fechas.
Hermoso post, que nos trae a todos muchos recuerdos, Maite. Las tarjetas de Navidad son todo un tesoro que he enviado y he recibido y hoy mismo lo volveré a hacer, porque la Navidad debe de estar por encima del dichoso virus, que nos ha parado la comunicación física.
ResponderEliminarQue seas feliz estos días y te llenes de fortaleza, alegría y paz, amiga.
Mi abrazo y cuídate mucho.
Qué tiempos aquellos...
ResponderEliminarAhora todo es digital.
Besos.
A mi me encantaba elegirlos y pensaba qué poner a cada persona.
ResponderEliminar"Mujercitas" siempre lo asocio a la Navidad :)
Besos, querida Maite.
Ay, sí, qué bonito.
ResponderEliminarAún las recibo y las escribo.
Una de mis hermanas nos escribe tarjetas a cada uno y nos las entrega en Nochebuena.
Son preciosas, comienza a prepararlas con mucha antelación para que cada uno la reciba personalizada.
Y me encanta "Mujercitas" :)
Muchos besos, querida Maite.