Desde mi ventana puedo contemplar una hilera de siete árboles. Siempre me fijo en ellos, me anuncian los cambios de estación. Hoy, me he dado cuenta de que cada uno va a su ritmo. El árbol más grande y frondoso aún conserva casi todas sus hojas otoñadas; el más pequeño se resiste al cambio porque conserva el verdor en la parte más baja de su copa, mientras por lo alto asoman las nudosas ramas.
Mi árbol preferido, y su compañero, situado justo en frente de mi ventana apenas le quedan unas pocas hojas, sujetas por una tímida levedad. Me mira, cuántas veces nos hemos mirado, y al saludarme con su rama más próxima, deja caer un penúltimo par de hojas amarillas que caen al suelo lentamente, con suavidad, desnudándose para despedirse hasta la próxima primavera.
Mi árbol preferido, y su compañero, saben que les voy a arropar con mi mirada, desde mi ventana.
Como una hoja de noviembre caprichosa
cuando al caer va revoltosa sepultando
la rúbrica fugaz del último amarillo
hasta perderse entre los restos del otoño:
desprenderse en silencio una mañana,
ir dando tumbos y posar
el cuerpo en algún otro
cuerpo,
entre los brazos firmes del abrazo anónimo,
y juntos ver pasar los pasos de la vida.
Daniel Fernández Rodríguez (Las cosas en su sitio)
Poética descripción del otoño que se ve desde tu ventana, con el estrambote de un bello poema.
ResponderEliminarBesos.
La ventana es un elememto primordial, siempre me han gustado, Juan.
EliminarBesosss
Feliz fin de semana
Qué bonito!!!, arropar con la mirada...
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Toro poeta.
Eliminarte deseo una feliz tarde.
besosss
Preciosa entrada.
ResponderEliminarGracias, Manuela.
EliminarPrecioso blog el tuyo.
Besosss
Desde mi ventana también veo árboles, estuvieron tan frondosos que, pese a que ya les han caído muchas de sus hojas, aún sus ramas no están desnudas.
ResponderEliminar¡Bello poema otoñal remata tu entrada!
Gracias por tus letras.
Cariños.
kasioles
Mi querida, Kasioles:
EliminarEs bello el otoño; la naturaleza siempre nos cuenta en silencio.
Espero que todo vaya bien. Muchos besossssss
Ves un otoño muy hermoso a través de la ventana, los cristales añaden brillo a los colores dorado y cobre. Una entrada con poema y incluido con un resultado muy bueno. Abrazos
ResponderEliminarSe ven muchas cosas a través de la ventana. En el cristal de una de las ventanas del edifico de enfrente se ven unos atardeceres preciosos.
EliminarEs increíble.
Besossssss
Hola Maite, es bonito y despertar teniendo esos preciosos arboles de compañeros, me encanta como describes la caída de sus hojas y como los vas a arropar con tu mirada, aquí estos días con tanta lluvia y aire casi se han quedado sin su traje los arboles, precioso poema que nos dejas.
ResponderEliminarBesos.
Me siento afortunada de tener un poco de naturaleza cerca de casa, la verdad. Te iba a contar algo, pero mejor, te paso este enlace: https://exlibrismaiteblog.blogspot.com/2016/12/por-que-algunos-arboles-no-pierden-las.html Espero que te guste.
EliminarMuchos besoss, Pili. Feliz fin de semana
Bonitas fotografías de los árboles.Son seres vivos preciosos y necesarios
ResponderEliminarAhora les toca desprenderse de lo viejo para en Primavera brotar fuertes y florecer
Las personas deberíamos aprender de ellos
Besucos
Gó
Sí, Gó, deberíamos aprender tanto. Nos ofrecen lecciones cada día y gratis.
EliminarTe deseo un feliz fin de semana.
Muchos besossss
...Y es que también nosotros somos hojas del árbol de la vida. Muy bello y profundo tu post, Maite.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz jueves, amiga.
Gracias, M. Jesús. Es momento de mudar, de soltar cosas, de empezar a guardarse para reflexionar y volver a brotar en primavera.
EliminarFeliz fin de semana y miles de besoossss
Qué maravilla Maite. Me has recordado al principio de tu entrada a Ana de las Tejas Verdes.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz finde :D
¡Ay, margarita! Qué cosas me dices. Soy apasionada L.M Montgomery, y Ana de la Tejss Verdes es mi protagonista favorita.
EliminarMe ha llegado al alma.
Besosssss
Eres muy poética y sensible.
ResponderEliminarA mí me gusta que lleven un ritmo distinto porque así están mezclados los verdes, los amarillos y rojos y las ramas desnudas.
Un beso, Maite
Gracias, Paloma.
EliminarEstá muy bien que cada uno vaya a su ritmo. Esa es la danza del otoño.
Besosssss
Y mucha suerte y un millón de besosss
Me encantó ese ritmo distinto ...
ResponderEliminarQué bonito.
Me recordaste mis árboles de la montaña.
Un beso de buenas noches.
:)
Feliz fin de semana, querida Maite.
Ese ritmo es el que colorea los paisajes otoñales.
EliminarFeliz fin de semana, Rosa,
Besossss
Cuánta sensibilidad y belleza en tus post, querida amiga… Hoy se viste de otoño, poesía, y de esas cómplices miradas a través de tu ventana…
ResponderEliminarPrecioso… 😍
Un abrazo grande, y muy feliz noche! 🌜💙
Mirar a través de la ventana es todo un descubrimiento.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo muy fuerte. Feliz y mágica noche
Qué poema más bonito!!! La misma esencia del otoño, versada con delicadeza y elegancia.
ResponderEliminarTambién observo a los árboles en otoño, Maite, y son como dices.
Besos.
El otoño es tan poético...
EliminarBesossss miles, Verónica
Qué arropados se sentirán esos árboles con tu mirada...
ResponderEliminar; )
Precioso ese otoño.
Ya están totalmente desnudos, y sus vestiduras por el suelo
Eliminarformando una alfombra de ocres y marrones.
Besosss, Carmen
Qué bonito.
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