jueves, 6 de abril de 2017

Pero la gramática, ¿para qué sirve?






La gramática
estrato de  conciencia
que lleva a la belleza




“Yo en cambio  creo que la gramática es una vía de acceso a la belleza. Cuando hablas, lees o escribes, sabes muy bien si has hecho una frase bonita, o si estás leyendo una. Eres capaz de reconocer una expresión elegante o un buen estilo. Pero cuando se estudia gramática, se accede a otra dimensión de la belleza de la lengua. Hacer gramática es observar las entrañas de la lengua, ver cómo está hecha por dentro…
 Y camino de mi casa, me he dicho: desdichados los pobres de espíritu que no conocen ni el trance ni la belleza de la lengua.”

La elegancia del erizo. Muriel  Barbery






“…Ese libro del que todos podemos ser gramática, 
esa lengua que ya sólo se escribe, 
ese tiempo que ya sólo es lugar. 
Feliz de quien no tiene que traducir el mundo 
ni siente necesidad o afán de interpretarlo 
porque sabe que lo que afirma al hombre 
no es el sentido sino la sucesión. 
Vivir consiste sólo en sucederse, 
como un anfibio, en las aguas de un yo terco y fugaz 
que se confunde sólo con su costumbre.” 
 Jaime Siles




12 comentarios:

  1. Me encanta, Maite. Y me gustó mucho el libro La elegancia del erizo. Más que la peli. Besos.

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    1. La película no la he visto, y el libro me gusta mucho. Lo estoy volviendo a leer.
      Esta vez, como me lo han regalado puedo disfrutarlo más porque puedo subrayar...
      Besos.
      ¡Feliz viernes!

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    1. Sirve, ya lo creo. ¡No sé que haría yo sin mi gramática!
      Besos, Toro

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  3. Me encanta este libro. Qué razón tiene Muriel.

    Te dejo unos versos de Siles (De vita philologica):

    Lo que debo al latín son muchas cosas.
    Para empezar, mi sensación de lengua,
    tan diferente a la ilusión del habla,
    y la idea de que todo lenguaje
    es - y es sólo - un acto de pensar:
    un pensamiento erguido sobre un sinfín de ejes,
    tan exactos como sus mecanismos,
    que construye, sobre sonidos puros,
    la arquitectura de una identidad.
    Pero no sólo eso - que es inútil y cierto,
    y cerebral también y hasta pedante -
    sino el recuerdo del resplandor de tardes
    en que aquello que el texto me oponía
    era un placer semántico que me transfiguraba
    como en un limbo de inteligencia pura
    en el que la sintaxis de las frases
    y las palabras se correspondían
    y en el que cada esfuerzo presuponía otro
    y éste entrañaba el placer de encontrar
    otra dificultad.
    Yo crecí bajo la sombra de los diccionarios
    y creía que el mundo
    era un texto preciso con sintaxis exacta
    que cada tarde había también que analizar...

    Hoy te recordé leyendo un libro, creo que te gustaría: "Una historia de la lectura", de Alberto Manguel.
    Una delicia.

    Gracias, una entrada preciosa.
    Un beso y buen fin de semana, Maite.

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    1. Este es el poema, sí, Rosa. No me canso de leerlo:

      " Por eso he amado el río de la lengua
      y he recorrido a pie casi todo su curso
      en un fallido intento de llegar a sus fuentes
      y beber la primera palabra originaria
      por si en ella se oía, sin manchar por el hombre,
      un sonido perdido, algo
      que todavía pudiera valer como verdad."

      Demasiado largo para una entrada, es precioso.

      Anotado el libro, ahora indago.
      Gracias, Rosa. Imagino que ya estarás de vacaciones. Disfruta mucho.
      Besos gramaticales

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    2. Sí, no lo dejé completo porque era muy largo.

      Lo estoy leyendo ahora y me acuerdo de ti, escribe sobre su experiencia con la lectura.
      Creo que te encantará este libro.

      Sí, comencé las vacaciones el jueves.
      Muchos besos gramaticales, exquisita lectora.

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  4. Es el esqueleto de la escritura...
    : )

    Besos y buen finde,Maite.

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    1. Claro que sí; me gusta mucho como utilizas
      el lenguaje en tu blog.
      Creas versos que se pueden ver...
      Muchos besos, Carmen.

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  5. ¡Qué bellas, profundas y sentidas son estas palabras de Muriel en "La elegancia del erizo! Los que nos hemos ganado la vida enseñando gramática​ (entre otras cosas):y disfrutando con ella sabemos de la verdad de lo que esa frase afirma.
    Los versos de Siles son preciosos. Me he leído los que luego incorpora Rosa en su comentario y me han hecho recordar que hace tiempo que no me paseo por los versos y poemas de este gran poeta. ¡Qué preciosidad de versos! Gracias, pues, a las dos por esta entrada y comentario. La literatura sirve para reflexionar, entre otras cosas, y esta entrada así lo demuestra.
    Besos, Maite

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    1. El libro es una delicia en sí, y el capítulo al que pertenece este párrafo es una reflexión muy acertada sobre la enseñanza de la gramática. Me costó trabajo decidirme que transcribir.

      Y los versos, los versos son magistrales. Estos son los últimos versos del poema que trae Rosa: De vita philologica

      "El latín es un agua profunda
      que sostiene todas las superficies
      y que crea en los mapas
      la ilusión o certeza de que hay un punto exacto
      o alguna idea firme
      o una isla segura
      o la existencia de un lugar
      más allá del lugar
      que se hunde y flota
      al ritmo y al vaivén de las palabras..."

      Te agradezco tus palabras, significan mucho para mí.
      Besos

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    2. Como aclaración: Estos versos, los de la entrada, son los últimos del poema de Siles.
      Los que te escribo en la respuesta, forman parte de De vita philologica.
      Gracias, Juan Carlos

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