lunes, 21 de julio de 2025

Luna llena o 蝉 (せみ - semi)

 


El tórrido calor manchego me ha dado una tregua estos días,  así que he disfrutado de la lectura a la sombra de la higuera y de la parra del patio durante estas últimas tardes del verano.


Quedan unos cuantos días para la luna nueva de julio, es cierto; y la siguiente "luna llena" ya será en agosto, pero así se titula el libro que acabo de leer.


 
Gracias al comentario de nuestro amigo Juan Carlos descubrí a Aki Shimazaki, y aunque me tengo prometido no comprar más libros hasta que mi lista de pendientes disminuya, no pude resistir comprar en la librería de mi pueblo "Luna LLena".


Casualmente, el tema que aborda esta pequeña novela es la vejez, el amor, el tiempo, la falta de memoria, la música... ¡vaya, que coincidencia con mi última lectura, "Las gratitudes"! 


Me ha gustado mucho; hay un elemento que la autora utiliza como metáfora y que me ha llamado poderosamente la atención, se trata de la cigarra; además, así se titula la novela en francés, lengua en la que escribe la autora.  

"Sémi es una cigarra en japonés… Debes saber que las cigarras viven más del 98% de su vida bajo tierra antes de vivir un solo mes al aire libre."  


"Algunas personas creen que el alma, al morir, abandona el cuerpo y parte a otro mundo donde uno no tiene preocupación alguna. Si eso fuera cierto, morir no estaría tan mal. Imagino a una cigarra saliendo de su caparazón tras la muda. La vida de esos insectos al aire libre no dura más que un mes. ¿Es para ellos el paraíso o bien un lugar de tránsito?"

Luna llena de Aki Shimazaki



viernes, 27 de junio de 2025

Las Gratitudes


" ¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces al día dais las gracias?... 

¿Os habéis preguntado alguna vez  cuántas veces en la vida habéis dado realmente las gracias? Unas gracias sinceras. La expresión de vuestra gratitud, de vuestro agradecimiento, de vuestra deuda. "


Con este párrafo comienza mi última lectura, una novela corta que me ha hecho reflexionar sobre los temas que aborda. Evidentemente,  uno de ellos es la importancia de ser agradecido, y de serlo a tiempo.


La vejez, el paso del tiempo, la memoria, la enfermedad, son asuntos que la autora trata con sencillez, sin artificios ni sensiblerías; utiliza la enfermedad de la protagonista, afasia, para dar el valor que merecen las palabras, el lenguaje, una de nuestras formas de comunicación.


Lo cierto es que esta novela me ha conmovido hasta el extremo, será, quizás, porque en mi entorno hay personas mayores, y muy mayores; me he detenido para pensar si he expresado la suficiente gratitud a quienes me han acompañado en la vida.


No me ha resultado una lectura triste, a pesar de todo. Aunque, sinceramente, pienso que también me voy haciendo mayor, y si no ocurre nada, me haré "vieja" (mejor, no lo pienso)   


"Cuando sea vieja pasaré horas así, atenta a cada sonido, a cada nota, a cada impulso. Sí, cerraré los ojos y me proyectaré mentalmente en la danza, en el trance, recuperaré uno a uno los movimientos, los quiebros, y mi cuerpo se ajustará de nuevo al ritmo, al compás, a la pulsación."


"Uno piensa que tendrá tiempo de decir las cosas, y cuando se quiere dar cuenta ya es demasiado tarde. Uno piensa que basta con dar muestras de cariño, con hacer gestos, pero no es verdad, hay que decir lo que siente. DECIR, esa palabra que tanto te gusta, Michka. las palabras son muy importantes, no hace falta que te lo diga a ti, que fuiste correctora para una importante revista, si no me equivoco."



viernes, 30 de mayo de 2025

Las pequeñas virtudes

 


Soy una ferviente apasionada de los pequeños momentos cotidianos y ordinarios, esos que casi siempre pasan inadvertidos y que realmente hacen que el día se convierta en extraordinario.


También intento potenciar las pequeñas virtudes que están al alcance de mi mano y que, a mi juicio, son particulares e intransferibles de cada quien, con esto quiero decir que cada persona tiene y contiene las suyas...    Sin embargo, la lectura del libro que acabo de leer no me ha dejado indiferente sobre este asunto.

"Pero las grandes virtudes no se respiran en el aire y deben ser la sustancia prima de nuestra relación con nuestros hijos. Además lo grande puede contener a lo pequeño, pero lo pequeño, por ley de naturaleza, no puede en modo alguno contener a lo grande."



 Mi hijo pequeño, a quien dediqué la entrada anterior, me recomendó la lectura de "Las pequeñas virtudes" de Natalia Ginzburg. No sé explicar muy bien por qué, pero estos breves ensayos me han cautivado. Confieso que no había leído nada de esta escritora, ahora estoy leyendo un libro de relatos que también me está interesando.


 "Ha pasado la guerra y la gente ha visto derrumbarse muchas casas...

Quizá tengamos otra vez una lámpara sobre la mesa, y un jarrón con flores y los retratos de nuestros seres queridos, pero ya no creemos en ninguna de estas cosas, porque una vez tuvimos que abandonarlas de repente o las buscamos inútilmente entre los escombros...


Una vez que se ha padecido, la experiencia del mal no se olvida ya. Quien ha  visto derrumbarse las casas sabe demasiado claramente cuán frágiles son los jarrones con flores, los cuadros, las paredes blancas. Sabe demasiado bien de qué está hecha una casa. Una casa está hecha de ladrillos y cal, y puede derrumbarse. Una casa no es muy sólidao. Puede derrumbarse de un momento a otro. Detrás de los serenos jarrones con flores, detrás de las teteras, las alfombras, los suelos lustrados con cera, está el otro aspecto verdadero de la casa, el aspecto atroz de la casa derrumbada. No nos curaremos de esta guerra." 

"El hijo del hombre" de Las pequeñas virtudes, Natalia Ginzburg



Y hay tantas guerras, tantas casas derrumbadas, tanto sufrimiento...


Foto de Andrea Reyes, librería Celama


Y hoy, ha comenzado en Madrid la Feria del Libro... 


viernes, 9 de mayo de 2025

Escalera de cristal II

 


Hay quienes ven la vida como un  largo ascenso a la cima de una montaña, con la mirada hacia la cuesta arriba, o con la determinada decisión, a veces, de descender hacia el valle, para volver a emprender el camino correcto.


Otros ven la vida como un largo y sinuoso camino por el que discurren diversos y bellos parajes  o por el que, sin más remedio, hay que deternerse y esquivar las piedras que se encuentran al paso.


A mi me gusta ver la vida como una escalera infinita, subiendo poco a poco peldaños y encontrando un pequeño rellano para tomar un respiro, para cerrar etapas o ciclos, y emprender, así, un nuevo tramo, con ilusión y esperanza. 



Hoy, alguien muy especial para mí ha llegado con éxito a uno de los rellanos de la gran escalinata de la vida, sin escatimar esfuerzo y  trabajo; siempre con ánimo y ahínco,  con  tremenda voluntad y perseverancia, y sobre todo con vital alegría, aunque no siempre lo demuestre.
Dispuesto a seguir subiendo peldaños hasta llegar al siguiente rellano... 

¡Enhorabuena!



Queremos que sean en todo obra nuestra, como si se tratase, no de seres humanos, sino de obras del espíritu. Pero si nosotros mismos tenemos una vocación, si no hemos renegado de ella o la hemos traicionado, entonces podemos dejarles germinar tranquilamente fuera de nosotros, rodeados de la sombra y del espacio que requiere el brote de una vocación, el brote de un ser. Esta es, quizá, la única posibilidad que tenemos de resultarles de alguna ayuda en la búsqueda de una vocación: tener nosotros mismo una vocación, conocerla, amarla y servirla con pasión, porque el amor a la vida genera amor a la vida.

Las pequeñas virtudes  de Natalia Ginzburg 

miércoles, 23 de abril de 2025

De libros...


 No puedo pasar por alto el Día Internacional del Libro; tengo una interminable lista de libros por leer, y he decido que no voy a comprar ningún libro para mí, hoy dedicaré un buen rato para leer...



Ana María Matute. Premio Cervantes 2010.

"Ahora, tras estas deshilvanadas palabras, ojalá haya logrado trasmitirles algo de mi alegría, mi gratitud por la distinción que aquí me trae. Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que trasmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado.
Muchas gracias".


¡Felices Lecturas!

¡Feliz día del Libro!