lunes, 29 de septiembre de 2025

A finales de septiembre

 


Cuando me piden que imagine un lugar, circunstancia o situación donde me gustaría estar y que me transmita calma, tranquilidad y serenidad, siempre suelo evocar estar sentada en la mecedora del porche de mi pequeña casita en el campo, a esa hora vespertina de finales de septiembre; un libro y una taza de té, mi compañía.


 Un momento expectante del que disfrutar cada tarde, ya tranquila y relajada después de un día laborioso; no se puede pedir más.

Pero no tengo mecedora, ni porche, ni casita en mitad del campo, y suelo ver el reflejo del atardecer cada tarde de finales de septiembre en el ventanal del edificio de enfrente de casa. La cierto es que se ve un cielo espectacular, aunque, a veces, sólo lo contemplo en el cristal de la ventana de mi vecino.



 Confieso que me gustaría retener un poco más este mes de septiembre que ya da coletazos, porque octubre es mi mes preferido y necesito atesorarlo plenamente cada día, cada momento...
   

Septiembre vuela y deja paso al mes otoñal por excelencia, no siempre he sentido tanta admiración por esta época del año, quizás los recuerdos de mi infancia se acentúan más en esta época o quizás haya otras razones, no sé.   



«Parecía que todo seguía igual, pero todo estaba empezando a cambiar aunque yo no me diera cuenta. Era septiembre, cuando el calor aflojó y la luz de los atardeceres empezó a envolver el cielo en una gasa de oro pálido, templado y tierno.»
Almudena Grandes (El lector de Julio Verne)



¡Feliz otoño!

12 comentarios:

  1. Mi estación preferida.
    Que la disfrutes mucho.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Que texto tan bonito, en él me he visto reflejada, en esa mecedora con un libro entre mis manos.
    El otoño es una estación reflexiva, en ella revisamos cada momento pasado de ese verano intenso, donde el sol ha quemado nuestro cuerpo y si nos descuidamos nuestras neuronas jjj.
    Ahora toca disfrutar de la serenidad del otoño.
    Un 😘😘, feliz semana

    ResponderEliminar
  3. También es mi estación preferida, junto con la primavera.
    Invita a la lectura, a la reflexión, a la introspección....
    Es una periodo de calma tras el bullicio del verano y la locura navideña.
    Besitos

    ResponderEliminar
  4. septiembre es un poco de transición, en octubre los colegios ya están en plena actividad, y ya hemos asumido que el tiempo ha refrescado. aunque hubo un año en que se veía a chicas con sandalias en octubre. :)
    siempre he sido muy urbanita y nunca pensé que diría esto, pero tengo días en los que la gente me agobia mucho, y me gustaría vivir solo en una casa en el campo.
    besos, maite!!

    ResponderEliminar
  5. El otoño es la estación de la madurez y la reflexión, Maite...A los que nos gustan las letras, nos gusta leer en silencio, disfrutando del paisaje, que es totalmente inspirador...Septiembre se nos va, pero octubre nos invita a parar, a detenernos y a valorar cada momento que se nos va...Muy bello texto, que hago mío, porque también amo el otoño, Maite.
    Mi abrazo entrañable y feliz mes de octubre.

    ResponderEliminar
  6. A finales de Septiembre..., nos encontramos con una de las muchas definiciones que el mes, y el otoño, nos deparan.
    De la mano de Maite, a quien le encantan los petirrojos y el otoño. :)))))
    Abrazos, amiga.

    ResponderEliminar
  7. La casita que nos describes en el campo también es la ilusión de mi vida.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  8. Aunque me repita, es un texto precioso el que nos dejas como bienvenida otoño. Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Septiembre es un mes especial, verdaderamente, su luz anuncia el otoño, una estación que nos invita al recogimiento después del trasteado verano...
    Precioso homenaje a septiembre, Maite, un abrazo y muy feliz otoño para ti.

    ResponderEliminar
  10. jaja hasta este sentimiento compartimos, desde siempre, cuando imaginaba el colmo de la felicidad pensaba en una chimenea, una mecedora y un perro, he tenido las tres cosas finalmente y excepto las mecedoras, que son mucho más confortable en sueños que en la realidad he disfrutado mucho en ese ambiente.. te ah quedado preciosa esta estampa, tan entrañable como todo lo que escribes. Septiembre es la puerta del otoño, o debería serlo, porque lo cierto es que este año, al menos aquí estamos casi a mediados de cotubre y sigue siendo verano, yo estoy encantada pero ya empiezo a extrañar el cambio de estación eso sí, a poder ser no con tanta lluvia como suele caernos aquí, pero no diré nada que con este tiempo tan loco que tenemos tampoco quiero que esta tierra se desertice.. te diré que recién he vuelto de Madrid, acabo de decirle a MILENA que la tengo sobre mi ahora mismo, que me hubiera encantado haber podido quedar con las dos.. lo pensé, pero en Madrid y en todas partes el tiempo vuela, pero le he prometido y me apetece contártelo tb a que la siguiente vez que vuelva quedamos las tres y nos tomamos ese té tan apatecible con vosotras dos ... y luego incluso quizá un día te vengas a mi tierra y lo tomamos en mi porche.. te lo prestaré encantada por un rato : ) Un beso y un placer volver a leerte MAITE, feliz finde!

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  12. Lo comenté, Maite.
    Más o menos te decía que las tardes de fin de septiembre son deliciosas. Ya traen la promesa de la estación, para mí, más bonita.
    Ay, tampoco tengo mecedora y mira que siempre he querido una. Como tú, me veo en un porche con mi té, arrebujada en la mecedora y extasiada en el crepúsculo de noviembre.

    Besos!!!

    ResponderEliminar