Soy una ferviente apasionada de los pequeños momentos cotidianos y ordinarios, esos que casi siempre pasan inadvertidos y que realmente hacen que el día se convierta en extraordinario.
También intento potenciar las pequeñas virtudes que están al alcance de mi mano y que, a mi juicio, son particulares e intransferibles de cada quien, con esto quiero decir que cada persona tiene y contiene las suyas... Sin embargo, la lectura del libro que acabo de leer no me ha dejado indiferente sobre este asunto.
"Pero las grandes virtudes no se respiran en el aire y
deben ser la sustancia prima de nuestra relación con nuestros hijos. Además lo
grande puede contener a lo pequeño, pero lo pequeño, por ley de naturaleza, no
puede en modo alguno contener a lo grande."
Mi hijo pequeño, a quien dediqué la entrada anterior, me recomendó la lectura de "Las pequeñas virtudes" de Natalia Ginzburg. No sé explicar muy bien por qué, pero estos breves ensayos me han cautivado. Confieso que no había leído nada de esta escritora, ahora estoy leyendo un libro de relatos que también me está interesando.
"Ha pasado la guerra y la gente ha visto derrumbarse muchas casas...
Quizá tengamos otra vez una lámpara sobre la mesa, y un jarrón con flores y los retratos de nuestros seres queridos, pero ya no creemos en ninguna de estas cosas, porque una vez tuvimos que abandonarlas de repente o las buscamos inútilmente entre los escombros...
Una
vez que se ha padecido, la experiencia del mal no se olvida ya. Quien ha visto derrumbarse las casas sabe demasiado claramente cuán frágiles son los
jarrones con flores, los cuadros, las paredes blancas. Sabe demasiado bien de
qué está hecha una casa. Una casa está hecha de ladrillos y cal, y puede
derrumbarse. Una casa no es muy sólidao. Puede derrumbarse de un momento a
otro. Detrás de los serenos jarrones con flores, detrás de las teteras, las alfombras, los suelos lustrados con cera, está el otro aspecto
verdadero de la casa, el aspecto atroz de la casa derrumbada. No nos curaremos
de esta guerra."
"El hijo del hombre" de Las pequeñas virtudes, Natalia Ginzburg
Y hoy, ha comenzado en Madrid la Feria del Libro...