viernes, 21 de marzo de 2025

Silencio...


 Paso de puntillas por aquí, sin hacer ruido (ya hay demasiado alboroto y estruendo en el mundo), sólo para celebrar un día especial.


 Aunque intento celebrarla todos los días... 


"Mucha poesía ha sentido la tentación del silencio. Porque el poema tiende por naturaleza al silencio. O lo contiene como materia natural. Poética: arte de la composición del silencio. Un poema no existe si no se oye, antes que la palabra, su silencio."

José Ángel Valente



Y en silencio, dejo un poema de una de mis más apreciadas poetas.

Feliz día mundial de la poesía


ARPA

¿Quién toca el arpa de la lluvia?
Mi corazón mojado se detiene a escuchar
la música del agua.
El corazón se ha puesto
a escuchar sobre el cáliz de una rosa.
¿Qué dedos pasan por las cuerdas
trémulas de la lluvia?
¿Qué mano de fantasma arranca
gotas de música en el aire?

El corazón suspenso escucha
La rosa lentamente se dobla bajo el agua....

Dulce María Loynaz 



lunes, 17 de marzo de 2025

Antes de que se enfríe el café


 De vez en cuando, más bien, una vez en semana, me permito tomar un café, un café con leche; el café solo dejé de tomarlo hace más de veinte años. Ahora me seducen las mezclas de tés aromatizadas o "blend". Pero he de reconocer que el aroma de un buen café recién hecho es una auténtica maravilla, su olor es muy  peculiar e inconfundible; me encanta.


 Solemos quedar a tomar café mi amiga Ana y yo en una cafetería muy coqueta cerquita del barrio; el camarero ya nos conoce y  suele prepararnos la infusión de café tal y como nos gusta. Curiosamente a Ana le gusta el café con la leche fría y a mí con la leche muy, muy caliente.


Lo cierto es que tengo que tomarme el café antes de que se enfríe, quizás sea una manía, pero es así como saboreo mejor el café... 


  Curiosamente, estoy leyendo un libro que trata sobre una cafetería muy especial, no sólo por su excelente café sino también, porque puedes regresar al pasado si eliges bien la silla donde sentarte, aunque hay una serie de reglas que se deben cumplir, y se puede volver cuando el café se enfríe y haga lo que se haga, el presente no cambiará.


  "No dejes nada para después.

Después, el café se enfría.

Después, pierdes interés.

Después, el día se convierte en noche.

Más tarde, la gente crece.

Más tarde, la gente envejece.

Después, la vida pasa.

Después, te arrepientes de no haber hecho algo...

Cuando tuviste la oportunidad"


"La vida es una danza fugaz, un delicado equilibrio de momentos que se desarrollan ante nosotros, para nunca volver de la misma manera otra vez... Así que, no dejemos nada para después. Aprovechemos los momentos como vienen, con el corazón abierto y los brazos extendidos para abrazar las posibilidades que nos esperan. Porque al final, no son las cosas que hicimos lo que lamentamos, sino las cosas que dejamos sin hacer, las palabras sin decir, los sueños sin cumplir".

Antes de que se enfríe el café. Toshikazu Kawaguchi


Aún no he terminado la lectura, me costó un poco el primer relato, pero ahora estoy embebida  plenamente en el libro.

¡Feliz semana!

sábado, 1 de marzo de 2025

RESILIENCIA

 


Nuestra querida Ginebra, ha regresado con un nuevo blog Serendipia, nos propone el siguiente reto para este  mes de febrero:  
escribir sobre el tema Resiliencia inspirándonos en una de las imágenes de Elly Livyana Ruslan. 
He elegido la siguiente:


Otro día, otra mañana los rayos del sol se cuelan por las delgadas líneas de la desgastada y ajada persiana. Otra mañana de silencios atronadores que aturden la soledad hecha girones.
 
Otro día, otra mañana, otro triple salto de longitud para sortear el río de lágrimas que recorre el alma extenuada de soportar el peso de la mochila en la espalda.
 
Otro día, otra mañana el cansancio acapara las ojeras de una noche insomne.
 
Duele la ausencia, duele la vida…
 
Otro día y otra mañana sube la desgastada persiana y abre las ventanas. La brisa matinal se cuela en el silencio que acalla el grito silencioso, y el tenue canto de los pájaros remiendan su soledad con sus delicados trinos.
 
Otro día y otra mañana vadea el río y el alma aligera la pesada mochila colgada de la espalda.
 
Otro día y otra mañana, frente al espejo, ensaya disimular las ojeras cansadas, se trenza la tristeza, se viste con la mejor de sus sonrisas, y se prepara un café para afrontar el día.
 
Sigue doliendo la ausencia, pero aún tiene fuerzas para enderezar la espalda, respirar hondo y seguir avanzando con la firme esperanza de una aliviada existencia.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Serendipia: “Resiliencia”)