domingo, 28 de mayo de 2017

TORMENTA DE VERANO









Las tormentas de verano son alarmantes y aparatosas, y la mayoría de las veces nos cogen  por sorpresa. Suelen empezar  con un golpe de viento y un aguacero de goterones gordos que arrancan a la tierra un olor formidable. Luego viene la secuencia orquestal del rayo y el trueno:


 
un crujido con efecto de luz seguido de un estruendo.  Después, la lluvia se hace constante y mantiene una cadencia propia, y el cielo se encapota sin piedad. 






 Lo malo de las tormentas estivales es que aparecen a traición para estropear la fiesta de un día caluroso y radiante.






 
 Lo bueno es que pasan tan rápido como vienen y sirven para limpiar el ambiente y refrescar la atmósfera cargada del calor polvoriento en las jornadas más extremas de los meses de calor.

Nosotros, los de entonces.   Marta Rivera de la Cruz 




14 comentarios:

  1. A mí me encantan las tormentas estivales,bien surtidas de agua,rayos y truenos! ummmm

    Besos.

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    1. Yo siento mucho respeto por ellas... cuando hay tormenta, que ya esté en casa.

      Besos, Carmen.

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  2. Detrás de la tormenta siempre viene la calma y la luz del sol siempre brilla de nuevo
    Un Beso

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    1. Siempre, tras la tormenta viene la calma y un cielo espectacular!!!
      Besos, Princesa.

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  3. Cómo me gustan las tormentas de verano, y más aún en la playa.

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    1. He visto alguna foto, debe ser impresionante vivirlas de cerca en la playa.
      Besos

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  4. Que limpien el ambiente y refresque.
    Besos.

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    1. Es lo que más me gusta, que dejan todo renovado.
      Gracias, Amapola.
      Muchos besos

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  5. A mí me gustan las tormentas....
    Me encanta la lluvia poderosa, el trueno y el relámpago... hablando de relámpagos... mi poema de hoy te va a gustar.

    Besos.

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  6. Me encantan las tormentas, desde niña me tuvieron siempre como silenciosa espectadora en mi ventana
    Besos

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    1. Sí, la ventana... esa imagen también la he experimentado.
      Gracias por tu visita.
      Besos

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  7. Me encantan.
    En la montaña, a veces son terroríficas, parece que tiembla la casa, los truenos retumban en las peñas, impresiona ...

    Un beso, querida Maite.

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    1. Sí, ya lo creo, en la montaña me asustan y sólo pienso en las flores, en el huerto... inmediatamente que pasan voy a verlo a todo, y todo está bien.
      Besos, Rosa, que pases un feliz fin de semana.

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