Aquí estoy, sentada en la mesa de la cocina, a punto de disfrutar de una taza de té rojo con canela, mientras pienso que puedo contar hoy en este espacio donde suelo venir a refugiarme de vez en cuando sin miedo a aburrir a quienes lean esta entrada.
Acabo de meter en el horno un bizcocho de manzana y nueces, y ya comienza a asomarse el suave olor del postre; al pelar la fruta, he recordado que hay una palabra que define al corazón de las manzanas, se llama CAROZO.
Y que al fino tabique de separación de los gajos de la nuez se le llama BIZNA. Me parece una palabra preciosa.
También he descubierto que el peculiar olor a mar se llama MARESÍA o que cuando el agua hace de espejo se llama ESPEJEAR.
Que la primera y última luz del día se llama LUBRICÁN.
Me sonrío porque redescubro que nuestro idioma es verdaderamente mágico. Mi pastel de manzana ya está recién sacado del horno y desprende un apetitoso olor.
¿Tendrá la palabra justa para definir ese aroma?
Desbautizar el mundo,
sacrificar el nombre de las cosas
para ganar su presencia.
El mundo es un llamado desnudo,
una voz y no un nombre,
una voz con su propio eco a cuestas.
Y la palabra del hombre es una parte de esa voz,
no una señal con el dedo,
ni un rótulo de archivo,
ni un perfil de diccionario,
ni una cédula de identidad sonora,
ni un banderín indicativo
de la topografía del abismo.
El oficio de la palabra,
más allá de la pequeña miseria
y la pequeña ternura de designar esto o aquello,
es un acto de amor: crear presencia.
El oficio de la palabra
es la posibilidad de que el mundo diga al mundo,
la posibilidad de que el mundo diga al hombre.
La palabra: ese cuerpo hacia todo.
La palabra: esos ojos abiertos.
(para Roger Munier)
Roberto Juarroz
Palabras en negrita:
¡Feliz semana!
Cuando la mañana se "arrebolea" de luces, me llego hasta tu casa y disfruto de tus siempre brillantes entradas.
ResponderEliminarTus escritos, con estrambotes de poemas, siempre me enseñan algo.
Gracias y un beso.
Hoy hemos hablado en nuestros blog del idioma español, y realmente es muy rico pese a que unos lo tachen de que es un idioma de "pobres" o como en USA que es una "mierda", normalmente este tipo de argumentos tienen mucho de racismo, homofobia y xenofobia.
ResponderEliminarSaludos.
Ese olor a pastel de manzana no puede ser más delicioso , embriaga mi pituitaria y me hace elevarme del suelo . Un besote y muy bonita entrada. Feliz semana.
ResponderEliminarJuarroz me gusta mucho, alguna vez he publicado poemas suyos. En cuanto a palabras tenemos tantas y tan bonitas que es un lujo dominar el español, conocía algunas (soy curiosa) y ahora añado las que me has enseñado. Un placer saludarte y un lujo leerte. Abrazos
ResponderEliminarNuestro idioma es muy rico en variedad de palabras y en matices.
ResponderEliminarDa gusto leer un post en el que se pone en valor está riqueza.
Besitos