Me he alejado, un poco, del mundanal ruido y me refugio del intenso calor en un pequeño pueblo.
Me acoje el silencio de sus viejos muros de piedra que se adornan con un pedacito de naturaleza refrescando y aireando mis pensamientos que andan aturdidos en esta nueva época que me ha tocado vivir.
Viejas casas abandonadas parecen contar historias de vidas pasadas que huyeron en busca de quién sabe qué cosa...
Miro con curiosidad, a través de los cristales rotos de las ventanas desvencijadas, por si atisbo un pequeño secreto guardado en las paredes vencidas por el solitario y angosto paso del tiempo.
Y ahora, sentada entre rosales y hortensias sigo imaginando como sería mi vida alejada del mundanal ruido.
"...Acaricias las piedras, las maderas vencidas,
los nidos huérfanos, te pierdes por senderos
donde crece, cual hiedra, el abandono
y el recuerdo del tacto se pierde entre los días,
que se han hecho rastrojo.
los nidos huérfanos, te pierdes por senderos
donde crece, cual hiedra, el abandono
y el recuerdo del tacto se pierde entre los días,
que se han hecho rastrojo.
...Caminas entre escombros,
entre enseres inútiles, hundido en un paisaje
que es tan solo memoria,
rescoldo de una tierra y de un tiempo
jamás recuperables."
Manuel Rico ( Pueblo abandonado)