17 de febrero (hace 181 que nacíó en Sevilla Gustavo Adolfo Bécquer)
John Hoppner
…¡Un libro! exclamas
palideciendo y dejando escapar de tus manos esta carta. No te asustes. Tú lo
sabes bien: un libro mío no puede ser muy largo. Erudito, sospecho que tampoco.
Insulso, tal vez; mas para tí, escribiéndolo yo, presumo que no lo será, y para
tí lo escribo.
Sobre la poesía no ha dicho
nada casi ningún poeta; pero en cambio, hay bastante papel borrado por muchos
que no lo son.
El que la siente se apodera
de una idea, la envuelve en una forma, la arroja en el estadio del saber y
pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre esa forma, la examinan, la disecan,
y creen haberla comprendido, cuando han hecho su análisis…
…Antes de ahora te lo he
dicho. Yo nada sé, nada he estudiado, he leído un poco, he sentido bastante y
he pensado mucho, aunque no acertaré á decir si bien ó mal. Como sólo de lo que
he sentido y he pensado he de hablarte, te bastará sentir y pensar para
comprenderme…
…Quiero hablarte un poco de
literatura, siquiera no sea más que por satisfacer un capricho tuyo; quiero
decirte lo que sé de una manera intuitiva, comunicarte mi opinión y tener al
menos el gusto de saber que si nos equivocamos, nos equivocamos los dos, lo cual,
dicho sea de paso, para nosotros equivale a acertar…
…Decíamos... ¡ah! sí, hablábamos
de la poesía.
La poesía es en el hombre una
cualidad puramente del espíritu; reside en su alma, vive con la vida incorpórea de la
idea, y para revelarla necesita darla una forma. Por eso la escribe…
…La poesía es al saber de la
humanidad lo que el amor á las otras pasiones.
El amor es un misterio. Todo
en él son fenómenos a cual más inexplicables; todo en él es ilógico; todo en él
es vaguedad y absurdo.
La ambición, la envidia, la
avaricia, todas las demás pasiones tienen su explicación y aún su objeto, menos
la que fecundiza el sentimiento y lo alimenta.
Yo, sin embargo, la comprendo; la comprendo por medio de una revelación intensa, confusa e inexplicable.
Deja esta carta, cierra tus ojos al mundo exterior que te rodea, vuélvelos a tu alma, presta atención a los confusos rumores que se elevan de ella, y acaso lo comprenderás como yo.
(Se
continurá)
El Contemporáneo, 20 de diciembre de 1860
(Fragmentos de la Carta I de Cartas literarias a una mujer, Gustavo Adolfo
Bécquer)
He leído las poesías de Bécquer y otras obras pero las cartas no. Me ha encantado. Me lo tendré que agenciar.
ResponderEliminarBesos y gracias por tu visita y comentario.
Buen finde!
Hola Celia:
EliminarGracias a ti.
Las cartas son breves y muy interesantes. Bécquer como periodista no tiene desperdicio.
Besos y feliz semana
Sí, es cierto, llega un momento en el que lo comprendes.
ResponderEliminarQué bella carta. Sentir y pensar. Es una meditación muy profunda. Tan sencillo y tan intenso.
Entre sus últimos deseos, solicitó a su amigo, el poeta Ferrán, que quemase sus cartas personales, menos mal que no lo hizo.
Un beso, Maite.
Esperamos la continuación ...
¡Gracias!
Gracias, Rosa
EliminarCierto, menos mal que su amigo no le hizo caso.
Qué bien escribir y recibir correspondencia. Hoy en día, afortunadamente, podemos escribirnos a través de este medio que también resulta interesante.
Todas estas cartas literarias terminan con el "se continuarán", incluso la última...
Un beso, querida amiga.
Te deseo un buen inicio de semana.
La poesía es pura magia.
ResponderEliminarEso.
Besos.
Toda la razón, Toro. Es pura magia
EliminarPor eso mi admiración profunda a quienes, como tú, magos de las palabras y
el lenguaje, podeis expresar verso a verso toda clase de sentimientos y sensibilidades de la vida.
Como dijo alguien: eso, prestidigitador de las palabras
Un beso, poeta
Gracias por recordar su nacimiento con esta delciosa entrada.
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarUna forma de recordar a nuestros escritores, con un pequeño retazo de sus obras.
Y una forma de mantenerme en nuestra "literatura".
Besos y feliz semana